"Un niño de diez años queda huérfano en la poco edificante América de mil novecientos veinte y es puesto bajo la potestad de una dama excéntrica, obsesionada por estar à la page, vital, caprichosa, seductora y adorable. Junto a ella, pasará los siguientes treinta años en una espiral incesante de fiestas, amores, aventuras y diversos golpes de fortuna."
Con este resumen nos adentramos en el caótico mundo de la tía Mame, de la mano conductora del propio Patrick, quien nos va narrando su infancia, adolescencia y juventud, marcada por el momento en el que fue puesto bajo la tutela de esta especial mujer. Mame es una rica soltera de Nueva York que vive el paso de los felices años veinte a la difícil década de los treinta. En esos momentos su vida se aferra a mantener un ritmo y unas costumbres que resultan cada vez más insostenibles. El pequeño Patrick se irá acostumbrando a la poca noción de la realidad que tiene su tía, combinada con una determinación brutal que le permite sobreponerse a las consecuencias de no ser una adulta precisamente responsable.
Mame es la la típica persona que uno querría tener como amiga pero de la que huiríamos en caso de tener que depender de ella o tutelarla. Patrick comienza siendo su pequeña 'obra social' para convertirse en el freno de sus locuras y excentricidades. Por el hogar (o, mejor dicho, hogares) de Mame irán desfilando toda una corte de personajes variopintos, clichés de la época que son reflejados con humor y tono satírico, gracias a la habilidad de su autor, Patrick Dennis (el libro está narrado en primera persona y este es el pseudónimo de Edward Everett Tanner III, icono de la bohemia de Nueva York y uno de los escritores norteamericanos más populares de los años cincuenta y sesenta). La tía sucumbirá a los encantos de estos personajes carismáticos, sus ideas, sus modos de vida... El modo de sostener semejante ritmo de vida será un problema con frecuencia, pero esta mujer resuelta y decidida no hará nunca un problema de ello, por delante estarán sus convicciones (tan variables como una veleta) y sus recursos para resolver recurriendo a ideas desesperadas o dejándose ayudar cuando así conviene.
El resultado es una vida, cuanto menos, apasionante, y una educación un tanto peculiar que resulta no ser tan dañina como cabríamos sospechar. De hecho, para mí el optimismo del libro y su tono positivo viene marcado por este punto: una lección de sentido común y apuesta por la libertad del ser humano, ya que el ambiente influye en la personalidad de Patrick pero no se echa a perder por haber crecido en medio de la falta de orden, los caprichos, los cambios y las influencias tan variadas que rodean la vida de su tía. Podría decirse que en este enfrentamiento entre rigor y excentricidad, se defiende que la fortaleza de influencias como la lealtad, las ganas de seguir adelante, la creatividad, la energía y la determinación son más potentes que la falta de rigor, las irregularidades y el escaso sentido de la realidad.
Obviamente estamos ante una novela y esta es la trampa con la que se conquista al lector, pero es un truco en el que da gusto participar: creyendo que existe la posibilidad de reinventarse tantas veces a lo largo de una vida y que hasta los problema pesan menos cuando una se los toma poco en serio.
El libro tiene como principal atractivo este ir y venir de fortuna, cambios de vida, subidas y bajadas... Junto con la capacidad de la protagonista para sobreponerse a todo. Queda reflejado perfectamente el ambiente cambiante de una sociedad en tiempo de crisis: se mezclan personajes decadentes con nuevos ricos, beneficiados por el cambio; fortunas que se crean y negocios que brillan frente a familias venidas a menos que tratan de sostener su antiguo modelo de vida. Mame se deja conquistar por ideas creativas, por ganas de hacer el bien y resultar útil y trascentende. Pero sus flaquezas son igualmente humanas: un ego desmesurado, cabezonería y ceguera cuando se trata de ser práctica.
Patrick empieza siendo su discípulo y admirador, para terminar siendo su cuidador, más lúcido y responsable que ella y más asustado que fascinado por las locuras de la tía. Ahí también reside buena parte de la ternura de la historia: el pequeño huérfano sobrevive a los cuidados de su tía y se convierte en un adulto medianamente 'normal' que siempre tendrá en su tía el ejemplo de un personaje que marca su infancia, la enriquece, la llena y la hace resultar verdaderamente digna de ser contada.
He leído críticas de lectores sobre este libro, que a todas luces yo recomiendo. Hay quien se espera un libro de 'humor' y afirma no haberse reído a carcajadas. Es obvio, dado que no es una novela para desternillarse de risa, sino para conmoverse y esbozar una leve sonrisa de comprensión, sorpresa y complicidad, pues las locuras de Mame son fruto de esos impulsos que a todos nos gustaría haber podido seguir en alguna ocasión pero ante los cuales el peso de la responsabilidad, la madurez y la seriedad nos frenarán siempre.
Por eso es amable ver a otros cumplir esas locuras. Es liberador. Es relajante observar que para el excentrico la vida no se desmorona. Es como un acto de justicia literaria que concibe personajes-héroes de la vida 'razonable', ya que su salida del cauce, su continuo pulso a la realidad no les vence y gracias a ellos todos salimos victoriosos de ese enfrentamiento ilusorio entre la fantasía y la realidad cotidiana.
:: CURIOSIDADES ::
Su autor concibió la obra como un conjunto de cuentos. Fue rechazado por 19 editoriales, pero el editor número 20 le convenció para que convirtiese su obra en una novela y obtuvo un grán éxito.
La obra, en su versión dramática o musical ha sida representada en numerosas ocasiones, triunfando en Brodway y contando con actrices de renombre, como Rosalind Russell, Angela Landsbury, Lucille Ball o Silvia Pinal.
:: MÁS INFORMACIÓN::