domingo, 12 de septiembre de 2010

LECTURAS :: 'La mecánica del corazón'


Durante la noche más fría de la historia, en lo alto de una colina, en Edimburgo, nace el pequeño Jack, con el corazón parado. Para que sobreviva, debe ser sustituido por un reloj de madera. A partir de entonces empieza la aventura de este frágil personaje al que acompañaremos en su lucha contra el amor, esa emoción tan potente que puede arrasar su débil maquinaria. Ya se lo dijo su madre adoptiva: 

Primero, no toques las agujas de tu corazón. Segundo, domina tu cólera. Tercero, no te enamores jamás de los jamases. Si no cumples estas normas, la gran aguja del reloj de tu corazón traspasará tu piel, tus huesos se fracturarán y la mecánica del corazón se estropeará de nuevo.

Pero Jack encontrará muy díficil seguir estas reglas que garantizan su supervivencia. El amor le golpeará de lleno y deberá elegir entre sufrir sus consecuencias o resistirse a él. La fábula de este pequeño niño que se hace grande mientras es golpeado por el dolor nos hará sentirnos niños de nuevo y nos hará descubrir que también nosotros hemos tenido en algún momento una maquinaria frágil en el pecho que se averió y nos hizo peligrar al caer en las llamas del amor.
Su autor, Mathias Malzieu (Montpellier, 1974), ha logrado crear un mundo de fábula poblado por personajes mágicos, algo deformes, necesitados y frágiles. Todos ellos construyen este peculiar entorno en el que las emociones golpean y se abren camino entre engranajes de circo y feria.

Se trata de un libro calificado como 'cuento para niños grandes', ese difícil género que a veces nos puede generar prevención. Sin embargo, es justamente esto lo que encontramos en sus páginas, una lectura diferente para ser descifrada con las claves de nuestro propio bagaje emocional. Un repaso por las emociones más potentes y destructivas. Un relato cruel y desnudo, que sin embargo está plagado de ternura. 

Precisamente en próximas fechas, se presenta el siguiente libro de su autor, 'La alargada sombra del amor', una nueva entrega de esta aproximación fantástica a los sentimientos, debilidades y fortalezas de los frágiles seres humanos, siempre expuestos a ser devastados por la maquinaria terrible del corazón.






www.lamecanicadelcorazon.com



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domingo, 29 de agosto de 2010

LECTURAS :: 'El viajero del siglo'

Siempre es un placer descubrir nuevos autores. El libro de Andrés Neuman llegó a mis manos como un regalo el pasado 23 de abril, y este verano se ha convertido en una lectura deliciosa.

El protagonista, Hans, es un intelectual del siglo XIX, que hace una parada en su viaje para pasar la noche en Wandernburgo, una ciudad entre Sajonia y Prusia. Algo tiene esta misteriosa ciudad que sus calles te atrapan. Nunca llegas al mismo lugar por la misma ruta, y este encanto y vida propia de sus calles, junto a la tranquila y monótona vida de sus gentes, se convierte en una red imperceptible que impide a los viajeros marcharse de allí.

"Aquí llegan viajeros, perdidos, solitarios, gente que iba a otros lugares. Y todos, Hans, se quedan. Ya te irás acostumbrando. Lo dudo mucho, dijo Hans, yo estoy de paso. Ya te irás acostumbrando, repitió Álvaro, yo llevo de paso aquí más de diez años"

Hans, por lo tanto, se ve atrapado por la amistad que va surgiendo con un viejo organillero, un comerciante español... y Sophie, una joven encantadora que le incorpora a las tertulias de su salón. En poco tiempo, Hans forma parte de esa ciudad que no deja de ser una ciudad de tantas, en la que las ideas conservadoras ganan terreno a las progresistas y en la que él vivirá el amor imposible por Sophie, prometida a uno de los hombres más importantes de Wandernburgo.

Como bien descibre su solapa, la novela permite mirar el siglo XIX desde la mirada del XX. Todo en la novela evoca el final de una época y el surgir de ideas que cambiarán el múndo. El antiguo orden social, la distancia entre las clases, se verán alterados cuando estas ideas tomen cuerpo y se materialicen en un convulso nuevo siglo. De momento, las gentes de la ciudad son objeto de estos prejuicios e ideas anticuadas sobre las relaciones personales, y en este ambiente Hans y Sophie buscarán las claves de su amor, intercambiando complicidad y elevando a la mujer a un papel activo, reinvidicativo y pionero en los orígenes de lo que será su posterior emancipación.

Me enganché a la lectura pero sólo cuando dispuse de días largos y sin prisa. No es un libro ágil. No es una lectura rápida. Es un material que debe fluir sin esperar grandes momentos de acción y que tiene un inicio largo y más espeso. Solo cuando entras en la relación de Hans con los lugareños y se forjan sus relaciones, empiezas a disfrutar con el relato, por lo que conviene darle este margen antes de juzgar el libro. 

Para mí ha sido un descubrimiento porque no conocía a su autor, nacido en 1977 en Buenos Aires pero criado en Granada, quien obtuvo con esta obra el Premio Alfaguara de novela 2009. Me conquistó su habilidad técnica y su oficio. Un narrador ágil, entrenado, capaz de dosificar acción y reflexión con acierto gracias a una estupenda intuición narrativa.

lunes, 26 de julio de 2010

Nunca estás suficientemente actualizado

Cualquier tema que tenga que ver con la información termina dejándote con la sensación de que llegas tarde. Si das el salto al ámbito instrumental y piensas en tecnología, la sensación es la misma: nunca podrás acertar al 100% porque si consigues el equipo que te hace falta o que te va a solucionar una parte de tu trabajo, tendrás que sufrir el temor de que pronto sea superado por otro mejor.

Los adictos a los gadgets electrónicos somos neuróticos a la hora de escoger la herramienta y el momento adecuado para conseguirla: los 'early birds' tienen el peligro de cargar con todos los primeros fallos que resultan de no haber testeado correctamente el producto; si dejas pasar un pelín de tiempo... empiezas a sospechar que habrá mejoras o pequeñas adaptaciones... Pero cuando ya lo tienes decidido y te equipas con aquel producto que tanto has deseado... vuelven de nuevo a surgir rumores de un próximo cambio, una renovación y mejora.

A mí me ha ocurrido con el iMac. Dí el salto a esta plataforma con mi Macbook Air. Estaba buscando un ordenador ligero, apto para llevarlo de un lado a otro, y me pareció un buen momento para probar si me adaptaba al sistema de Apple. Fui una más de esa larga serie de usuarios que cuando muerden la manzana no desean usar otra cosa. Mi experiencia switcher fue, por lo tanto, completamente exitosa. Tanto, que el ligero 'Air' no me servía como segundo portátil (que es su uso recomendado) sino como ordenador principal. Y se me quedaba pequeño. Un disco duro muy limitado y poco rendimiento. Al tenerlo lleno, esto se notaba mucho más y solo con tratar de reproducir vídeo a la vez que intentaba navegar por Internet y postear hacían que el pobre no diese de sí.

Estuve 1 año detrás de su hermano... un iMac. Era mi opción preferente. Un ordenador 'de base' para tenerlo todo centralizado, y el pequeño Air solo para los desplazamientos y el trabajo diario. ¡Cuántas horas pensando si sería una buena compra! ¡Cuántos simulacros de pedido en la Apple-Store! en los que al final abandonaba el carrito o dejaba el pedido guardado. Incluso me llamó un comercial para ayudarme a dar ese último 'empujoncito'. Pero no era el momento. No quería hacer el gasto, o quería hacerlo equipando al bicho con una impresora + una Time Capsule... Demasiado.

Al final me decidí a comprarlo este verano. Sin impresora. Sin Time Capsule (de momento). A secas y a plazos, como todo asalariado que vive al día y de milagro.

Mi 'pequeño' llegó a casa perfecto, impecable y precioso. Es una gozada perderse en sus 27 pulgadas y tener que hacer recorridos interminables con el brazo para poder hacer 'Exposé' en las esquinas de su pantalla. Aún estoy reordenando mi vida digital, una de las grandes tareas que tenemos por delante casi todos, pero voy sacando horas y reorganizando la biblioteca, los archivos, la personalización de las aplicaciones...

Pero aún no me he hecho del todo con él, aún no lo siento plenamente 'a punto' cuando me desayuno con la noticia de que PARECE QUE APPLE ESTÁ PENSANDO EN ACTUALIZAR LA GAMA iMac.



¡¡¡Agggggggggggghhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!

No puede ser verdad.
¿Ya? ¿Cuándo? ¿Cómo? y ¿Por qué?
Sé que todos los macniacos ardemos de deseos en ver y percibir novedades en el catálogo de productos de nuestros gurús pero... Madre mía el vértigo que da esto de que la modernidad dure tan poco.

En fin, celebraré cualquier avance en los primos de mi pequeño, pero creo que para mí son mejoras que tardarán en llegar, puesto que aún le auguro una larga y, espero que próspera, vida a este bicho.

lunes, 28 de junio de 2010

Emociones dominantes en tus mensajes

La mayor parte de los conflictos personales con que nos enfrentamos cada día tienen que ver con la incapacidad para transmitir exactamente lo que deseamos. Grandes enfrentamientos o diferencias de posición resultan no estar tan separadas cuando escuchamos a los diferentes interlocutores. ¿Por qué entonces nos percibimos tan alejados? ¿Y cuanto más alejados nos vemos... más radical resulta nuestra posición?¿Qué emociones entran en juego? ¿Y cómo nos afectan en este proceso complicado que es el 'entenderse'?

Por lo que he podido observar, con el paso del tiempo y la voluntad firme de descubrir qué es lo que falla en tales casos, hay una tendencia personal casi automática a reducir la expresión de nuestras emociones a un catálogo muy limitado de ellas. Es decir, cuando nos sentimos frustrados por diferentes motivos (tristeza, impotencia, desesperanza, ansiedad, miedo...) solemos transmitir una única emoción dominante que es la que nuestros interlocutores captan en primer término y que condiciona un alto porcentaje de nuestro mensaje.

De este modo, no es raro observar a personas que siempre parecen estar enfadadas. O a esas personas que solo parecen pasar de la alegría a al hundimiento.

El enfado es una de las emociones más frecuentes y más potentes; es la versión doméstica de la 'ira' y en un entorno cotidiano esconde muchos sentimientos que, sin darnos cuenta, escondemos a nuestro interlocutor.

En la pareja es muy común que uno termine "regañando" a otro, en lugar de explicarle que su frustración proviene de sentirse triste, desanimado, agobiado o abandonado. El otro suele asumir mejor este rol de ser "regañado" y actúa en consecuencia, de una manera infantil, culpable y pasiva.

Creo que un ejercicio útil para mejorar la comunicación interpersonal en esta línea es, precisamente, el tratar de expresar con palabras claras y concretas cuál es nuestro estado de ánimo, sin dar por hecho que se percibe de manera implícita. Decir cómo nos sentimos, en lugar de adoptar el rol automático que nos asigna esta emoción dominante que puede limitar la capacidad para ser bien interpretados, comprendidos y, por qué no, apoyados.


martes, 15 de junio de 2010

Entrevista a Cassandra Clare

El sábado dediqué la mañana a acercarme a la Feria del Libro de Madrid para tener un breve encuentro con Cassandra Clare, autora de 'Cazadores de sombras', una serie de libros de ficción para jóvenes que se ha convertido en un fenómeno de masas similar al de 'Harry Potter' y 'Crepúsculo'. Son libros que narran aventuras adolescentes en un mundo oculto, plagado de vampiros, demonios y seres fantásticos, todo con una estética gótica y urbana, ambientado en los rincones oscuros de Manhattan.

La obra ha despertado el interés de miles de fans esperando la siguiente entrega (la última de esta saga) y la segunda familia de novelas que la autora va produciendo de manera simultánea, enmarcada en la misma temática y contexto.

La entrevista será publicada por DELIBROS, revista especializada en el sector de la edición, en los próximos meses. Yo solo puedo decir que la lectura del primero de los tomos de esta serie me ha enganchado lo suficiente, y que la conversación con su autora ha estado plagada de sentido común, mucho oficio de 'escritura' y un gran olfato para manejar la promoción 'multitarea' de su obra.

Acompañada por el personal de la editorial, esta mañana iniciaba así una agenda llena de citas con periodistas, blogueros, lectores y verdaderos fans. Todo orquestado con mucho acierto por las personas del gabinete de prensa y marketing, de las que puedo decir que desarrollan una labor impecable: han estado atentas, facilitando el trabajo en todo momento, ayudando, implicándose lo justo y dejándome toda la libertad necesaria para que mi conversación con Cassandra fuese fluida.

Me ha hecho gracia confirmar que esta necesidad nueva de orquestar la promoción teniendo en cuenta el papel de los 'social-media' nos está pillando a todos muy desubicados: no tenemos aún, en los gabinetes de prensa, un protocolo establecido, y vamos improvisando. La editorial inauguraba así un sistema de promoción en el que los blogueros tuviesen cabida pero sin menospreciar a los medios tradicionales. El resultado: mucho trabajo añadido, mucha observación para poder analizar y reaccionar sobre la marcha.

Es decir, por mucho que nos den consignas desde los 'oráculos' de la comunicación corporativa, esto de las herramientas 2.0 nos han revolucionado el paisaje y aún tenemos mucho por delante para aprender a manejarlas.

Yo, por mi parte, me reafirmo en la idea de que la entrevista es uno de mis géneros preferidos, y me reconcilia en este 'amor-odio' que he desarrollado hacia el periodismo.