sábado, 31 de diciembre de 2011

LECTURAS :: 'Signatura 400'



Tenía atascada esta reseña. El libro sobre la mesa del despacho y el tiempo dedicado a lecturas nuevas y apuntes nuevos. La conclusión es obvia: no me ha dejado demasiada huella. Y fue de esos libros que adquieres con muchas expectativas (la temática, la edición, la innovadora colección... las primeras líneas...) pero es fácil captar la atención y crear sed de una historia que luego no transcurre. Es frecuente. No es un mal libro pero quizás esperé lo que no iba a encontrar en este simpático monólogo cargado de ironía, cinismo... ese tono ácido y respondón tan habitual en las primeras personas. Pero que al final resulta distante. 

El libro narra el diálogo (mónologo, como decía al comienzo) de una bibliotecaria con un usuario que se ha quedado encerrado toda la noche en su biblioteca. Es una excusa para conocer a este personaje único de la novela, esta mujer que estudiaba oposiciones y las dejó por culpa del amor. Un personaje-tipo que resulta anónimo entre tantas obras, entre tantos títulos y nombres célebres. Pero ella tiene personalidad, y así nos lo hace ver (al final también resulta un estereotipo en sí mismo: la aparente mujer invisible que tiene mucha vida interior y mucha reflexión y conversaciones consigo misma). El tema central es que no ocurre nada. Ni ella logra que el interés del lector avance, ni sus divagaciones conducen a nada más. Tal vez ese sea el encanto del libro. Tal vez sea solo un pasatiempo... recrear unas horas con esta mujer sabihonda que nos cae un poco bien pero un mucho cargante. Al final solo es eso. Y podría estar bien. Pero a mí me dejó indiferente. 

Leí reseñas favorables al libro. Buenas críticas a su autora, Sophie Divry, famosa internacionalmente por esta obra. Insisto... a mi modo de ver, sobrevalorada. 

Pero busquemos su lado bueno... tiene ideas curiosas, frases acertadas, reflexiones asumibles... No es una pérdida de tiempo en absoluto. Es solo eso, un rato de lectura a través de poco mas de 100 páginas de una voz sin demasiado que contar o ya contado. 

Me quedo con un pasaje aprovechable:

"Escribir es sexual. Uno no se encierra die horas al día para escribir si todo le va bien en la vida. La escritura solo llega cuando algo no funciona. Si todo el mundo fuese feliz en la tierra no se escribirían más que recetas de cocina y tarjetas postales, no habría ni libros, ni literatura, ni bibliotecas."

Y poco más. Una reseña que se atascó porque no recomendaría el libro. Lo siento. Siempre creo que cada libro tiene un lector adecuado o un momento para que tenga cabida. Quizás al esperar poco el libro guste más. 


FELIZ AÑO NUEVO Y MIS MEJORES DESEOS PARA 2012.