domingo, 21 de diciembre de 2008

Lecturas: La mujer de blanco

Llego a este título, como anticipaba en la última reseña, motivada por las constantes referencias que se hacen en: El cuento número trece, de Setterfield, homenaje a la novela inglesa del siglo XIX.

En este clásico de Wilkie Collins descubro, no solo el placer de una lectura redonda, sino el filón de un género y un autor al que quiero explorar y disfrutar.

La novela, densa, trabajada, reflejo fiel de una época y sus costumbres, va desgranando de principio a fin la historia de un misterio, una traición, un profundo amor y una búsqueda denodada de justicia, en la que toman protagonismo aspectos característicos de la época como el honor, la lealtad, la reputación y la diferencia de clases.

El protagonista, Walter Hartright, es un profesor de dibujo que acude a dar clases a dos hermanas, sobrinas de un terrateniente de Cumberland. Antes de partir tendrá un encuentro enigmático con una misteriosa mujer de blanco, cuya presencia le acompañará inesperadamente hasta su nuevo destino.

A partir de esta convivencia con las dos jóvenes, el profesor se verá atrapado por un vínculo que le une a ellas y que le llevará a defenderlas a pesar de las circunstancias adversas y la dificultad añadida de su diferente posición social.

La narración de Collins se expone a modo de testimonios complementarios entre los distintos personajes de la historia. Este juego de voces múltiples es una evidencia más de la mano magistral de Collins, que no sólo atrapa al lector con su narración sino que lo hace a través de personalidades bien construidas, coherentes y veraces.

Disfruté con La mujer de blanco en mis vacaciones de verano. No creo que pueda darse contexto mejor para haber sucumbido de manera relajada a este hallazgo. Creo que es una perfecta compañía para quien busca el placer de abandonarse en los brazos de una gran novela. Un gusto, desde luego. Un verdadero gustazo.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Talento

Vía:: Peinate que viene gente

Al igual que existe el tópico de los jubilados parados ante una obra, observando, con las horas muertas (creo que ahora mismo muchos jubilados llevan vidas de una actividad que nos dan mil vueltas a muchos jóvenes agotados sin hacer gran cosa), yo de pequeña me podía pasar un tiempo largo junto a algún dibujante callejero (en la playa, en verano, era más frecuente encontrarse con estos tipos), deslumbrada por la agilidad con que improvisaban caricaturas y retratos a los veraneantes.

Hoy todavía la magia del dibujo me asombra. Imagino que ocurre cuando podemos ver materializarse un talento que nos es completamente ajeno.

En el blog de José Playo "Peinate que viene gente", su autor hace un particular homenaje a sus dibujantes favoritos. Tiene la suerte de haber trabajado con alguno de ellos y nos presenta las características que más admira de cada uno, salpicadas de anécdotas y con muestra digital de sus trabajos.

Me fascinó la chispa de Pupi Herera y me perdí un buen rato en su blog, divertida con el dibujo del pulpo que se le escapó de los dedos. Pero donde me reencontré con mis paseos nocturnos por el puerto de Torrevieja, con un helado y la atracción por el proceso de dibujar, fue en la web de Nico Di Mattia:




Es fantástico poder asistir al proceso en primera línea.
Gracias, José, por tan estupendo post.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Premio al mejor blog periodístico: 233 grados


Estoy segura de que quienes conocemos el blog 233 grados nos encontramos con una agradable noticia al saber que había sido premiado como "Mejor blog periodístico", en los premios Bitácoras.com que se entregaron a mediados de noviembre en Evento Blog 2008. Pero la satisfacción fue mayor al saber que detrás de este blog de apenas 6 meses de vida está nuestra compañera Laura Pintos, autora del blog "Carpe Diem", a quien personalmente leo, y de quien aprendo con cada una de sus aportaciones a este vertiginoso mundo de comunicaciones que se abre ante nosotros.



Ella siempre ha tenido muy claro que la apuesta por el futuro pasa por domesticar todas estas herramientas. Cuando otros nos paralizamos, abrumados por la falta de orientación o por no tener claro qué es lo que prima en cada caso (rapidez, rigor, entretenimiento, información...), ella sabe apostar por la combinación segura: todo ello, en la misma coctelera, con una dosis grande de responsabilidad, vocación de ser útil y creatividad.



Creo que por este motivo su papel en el panorama mediático de esta extraña "web 2.0" aún tiene mucho que decir.

Amablemente me ha respondido a algunas cuestiones, para compartir conmigo y con "Comunicar-t" su visión de este momento dulce que vive su más reciente proyecto.




P: Cuéntanos más sobre el proyecto: ¿quién está detrás, cuánto tiempo lleva funcionando, cuál es tu papel en él...?
R: DixiRed es una nueva empresa formada por ex propietarios del grupo Recoletos y directivos de Prisacom, con Mario Tascón a la cabeza del proyecto. Se propone crear el mayor grupo de comunicación digital en español. La avandazilla de lo que será el medio generalista es la Practicopedia, una enciclopedia sobre el cómo de las cosas, y el blog 233grados. Yo me ocupo actualmente de la bitácora.

P: ¿En qué momento profesional estás? ¿Qué proyectos tienes entre manos?
R: En este momento DixiRed ocupa todo mi tiempo y energía. Me parece el proyecto más interesante en el panorama actual, el que se plantea aprovechar verdaderamente las nuevas tecnologías y soportes y ofrecer una solución informativa de gran calidad y funcionalidad. Además es una de las pocas empresas que se está tomando esta crisis como una oportunidad de renovación y época de siembra, algo que me parece muy acertado y valiente. Estoy muy contenta de poder aportar mi experiencia profesional a un grupo que funciona de forma muy horizontal y creativa.

P: ¿Cómo sienta el premio? ¿Qué sensaciones tienes? ¿Como fue el evento?
R: El premio nos tomó por sorpresa porque 233grados lleva apenas seis meses en la Red. Pero estamos trabajando de forma muy responsable e intensa por ofrecer el mejor panorama informativo de lo que está sucediendo en el periodismo y la comunicación, así que también nos ha llenado de satisfacción y orgullo. La entrega se hizo en el marco de la cuarta edición de Evento Blog España, en Sevilla, y fue muy emotiva porque la gente de Bitácoras se cuidó mucho de que no se supiera el nombre de los ganadores hasta ese momento.

P: Vuestra posición es única para reflexionar sobre el contexto actual: ¿Crees que se van consolidando los blogs como canal de información? ¿Estos premios son un refuerzo y una señal de que es así?
R: Los blogs son un canal más de comunicación. Continuamente surgen muchos nuevos, como el que ahora está más en boga, Twitter. Son herramientas que cada uno utiliza según sus fines y necesidades. No creo que los blogs vayan a morir a corto y mediano plazo, pero sí que va a haber una depuración, de hecho ya se está produciendo, porque no todo el mundo puedo o tiene interés en mantener su bitácora después de cierto tiempo o de haber probado su utilidad.

P: Entonces... ¿blogs como género periodístico? ¿Qué necesita realmente un blog para ser bueno?
R: En la "blogosfera" hay de todo. Algunos blogs hacen periodismo. En este caso creo que sí es importante ofrecer información muy contrastada y lo más completa posible (los enlaces son maravillosos para esto), un buen ritmo de actualización y cierta dosis de originalidad (hay que aportar algo a la conversación, no sólo reproducir el eco).


¡Enhorabuena, Laura!



// Vídeo de la entrega del premio //

jueves, 20 de noviembre de 2008

Contexto: Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial


Las editoriales Libros del Asteroide, Barataria, Global Rhythm, Impedimenta, Nórdica, Periférica y Sexto Piso fueron galardonadas ayer con el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural, correspondiente al año 2008, “por su irrupción innovadora en el panorama editorial, que desde la iniciativa individual y desde distintos puntos de España, han sabido vincular edición, distribución y librería en torno al proyecto Contexto”. El Premio, que concede el Ministerio de Cultura, es de carácter honorífico y, por ello, no tiene dotación económica.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Comunicación y Diseño, matrimonio de conveniencia

El trabajo en el ámbito de la Comunicación corporativa tiene un componente transversal que obliga a enfrentarse a diversas áreas y colaborar con profesionales de diverso signo. Además, suele ser necesario orquestar estos recursos (cuando los hay, de lo contrario toca ser pluridisciplinar y hacerlo todo solitos), de manera que el resultado no altere la estrategia concebida en la definición de objetivos.


Una de las disciplinas con las que interactuamos frecuentemente es el Diseño. Nuestras ideas deben ser materializadas en soluciones prácticas y alineadas con el objetivo fijado. Además, debemos ser capaces de recibir el feedback de estos profesionales que pueden jugar un papel decisivo a la hora de escoger el recurso gráfico o material en el que estructurar nuestro mensaje.
Los mayores problemas con los que me he encontrado en estos años, al tratar con esta área de trabajo han sido los siguientes:


- El diseñador no escucha. Tiene su propia idea y no es permeable a tu petición.

- La propuesta no está alineada con el planteamiento global de la campaña. Resultado de lo anterior: si no hay una buena comunicación entre comunicador y diseñador, el resultado no será satisfactorio.

-El diseñador sitúa en primer plano el recurso estético antes que el funcional.

-El diseñador no somete su prototipo a un test de usabilidad o legibilidad. Le basta con entenderlo él y adopta la postura del “artista”: los demás deben entenderlo, de lo contrario, quienes se equivocan son ellos.

-El diseñador adopta la negativa como respuesta a peticiones concretas que rompen su modelo, en vez de ofrecer alternativas alineadas con las necesidades que el comunicador plantea.


Obviamente estas pegas son subjetivas y me centro en mi lado del campo. Es lo que yo he vivido y las dificultades con las que me he encontrado. Entiendo que la lista de “pegas” que puede escribir un diseñador sobre su trato con profanos será mil veces más larga.


No obstante, celebro leer opiniones que confirman mi creencia acerca del papel real que debe tener el diseño en la imagen corporativa. A través del blog de Territorio Creativo, llego a una entrevista realizada a Alberto Corazón, artista plástico y diseñador gráfico, Premio Nacional de Diseño en 1989.

En estas líneas, encuentro comentarios muy jugosos sobre el tema:



1.- Sinergia entre marketing-comunicación y diseño:

[…]En realidad un diseño no es más que un proyecto hasta que está en la calle. Y una vez en la calle, el cliente pasa a ser el único propietario. El éxito, y la cantidad de éxito, va a depender de la estrategia de marketing y comunicación que son las herramientas que va a manejar el cliente. Y, desde luego, ningún diseño puede tener éxito si esas herramientas se manejan de forma equivocada.[…]


2.- Valor intangible pero apreciable del diseño para la empresa:

[…]Se suele dar, además, otro valor añadido. Y es hacia el interior de la empresa. La empresa que utiliza el diseño está lanzando el mensaje activo de que cree en el futuro y en la innovación, en la modernidad, y ese mensaje tiene un efecto muy positivo entre el personal. […]


3.- El diseñador concebido como un estratega, no como un artista:

[…] hacer Económicas me dio una formación y una disciplina de conocimiento que he agradecido toda mi vida. Afortunadamente no se me ocurrió hacer Bellas Artes, que habría sido lo natural. Y digo afortunadamente porque uno de los más serios enemigos que tiene el diseño es la tendencia a ‘estetizarlo’. El diseño inteligente está siendo penalizado en los medios por la brillantez formal.La esencia del diseño es proyecto y estrategia. Y si ese proceso está bien resuelto será además hermoso. Pero nunca al revés.[...]


4.- Falta de itinerarios formativos solventes y eficaces:

[…] Seguimos sin tener un modelo en ninguna escuela del mundo. El aprendizaje del diseño necesita una aproximación transversal a todas las disciplinas del conocimiento. Y el modelo académico sigue siendo piramidal.[…]


5.- Vínculo entre diseño y arte. ¿Cómo lo resuelve el profesional? ¿Cómo combina ambas líneas de expresión sin que interfieran?

[…] El diseño es el encargo, la disciplina y la reflexión. La pintura y escultura son mis pulsiones, mi vida interior, mi memoria. La plástica es el misterio y el diseño es la realidad. Los dos son procesos creativos, pero con muy diferentes estrategias. Cuando diseño estoy caminando. Cuando pinto estoy creciendo. Son sensaciones muy claras.[…]

martes, 11 de noviembre de 2008

Libertad de opinión - 1, SGAE - 0

La revista literaria QUIMERA ha sido absuelta de atentar contra el honor de la SGAE.


Los antecedentes son los siguientes (via KAOSENLARED):






[...] la Sociedad General de Artistas y Editores ha interpuesto una demanda a la revista literaria Quimera por supuestos daños contra el honor. El artículo que ha desatado las iras de la todopoderosa SGAE es un texto de opinión (“La horda de gestores” Quimera 282) en el que el autor Trebor Escargot habla, de manera metafórica y en lenguaje coloquial, en un registro irónico que por lo visto se le ha escapado a los lectores de La Sociedad, sobre temas literarios como la piratería editorial y los comportamientos por lo menos polémicos de ciertas instituciones a las que compara de manera tangencial con la SGAE [...]

La sentencia expone como fundamento la diferencia entre el derecho de información (debe ser veraz y objetiva) y el derecho a la libertad de opinión (es objeto de menor control, salvo que caiga en el insulto). Por tanto, vemos un rayo de luz en estas tinieblas que nos pusieron los pelos de punta con casos como el de Julio Alonso, considerado culpable de atentar contra el honor de la entidad demandante .


Los detalles sobre la sentencia, en Derecho de internet.

jueves, 30 de octubre de 2008

Sí, señora. Se llama "matrimonio"



Pilar Urbano redondea su especialización como biógrafa de la Reina Sofía publicando un nuevo libro sobre su vida. El País publica un extracto de las declaraciones que la Reina hizo a la periodista, y me encuentro con que el tradicional "no posicionarse" de la Monarquía ante temas sociales o políticos controvertidos, se deja a un lado, rompiendo una lanza en favor de determinadas posturas tradicionales que puedo entender que correspondan a quien representa a una institución obsoleta, pero que me cuesta leer porque me resulta gratuíto y descompensado.


Las palabras de la Reina sobre el matrimonio gay son las que puedes escuchar en cualquier foro ciudadano en boca de quienes no son partidarios del mismo (es decir, no encuentro tampoco argumentación, razonamiento o justificación de su postura, tal vez porque no los tiene):







Puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿que se sientan orgullosos por ser gays? ¿Qué se suban a una carroza y salgan en manifestaciones? Si todos los que no somos gays saliéramos en manifestación... colapsaríamos el tráfico. Si esas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, según las leyes de su país: pero que a eso no lo llamen matrimonio, porque no lo es. Hay muchos nombres posibles: contrato social, contrato de unión".




Sin embargo, líneas antes reconocía su propia autocensura al negarse a entrar en determinados debates, obligada por el rigor de su papel:





"La Reina tiene menos libertad de expresión que tú", contesta a la periodista.





Me pregunto, ¿por qué en el tema del matrimonio gay no rige esta misma prudencia y se calla? El matrimonio gay es legal, el Estado lo ha aprobado y ella representa al Estado. ¿Cuándo toca dar su opinión "como mujer" y cuándo "como Reina"? Pilar Urbano y los cronistas de la monarquía española suelen disfrutar de lo lindo cuando el contexto les permite asistir a la "humanización de lo monárquico" o a la "monarquización de lo humano". Pero se pierden en sus propios cambalaches.





Admiran que la monarca se quede callada apelando a su férreo adiestramiento para sonreír aunque le claven alfileres bajo las uñas, pero luego aplauden cuando los señores se sueltan la melena y opinan, mezclan su mortal esencia con su porte divino y enturbian el paisaje que afortunadamente sí ha avanzado gracias, precisamente, a esta "libertad de opinión" que abiertamente cuestiona Doña Sofía en sus comentarios; a pesar de que hablamos de libertades conquistadas gracias a la transición que ha sostenido su particular figura, revalorizada a todas luces por haber practicado el silencio los anteriores 70 años. Ahora se destapó la urna y lo que vemos es la cruda realidad:


Porque en todo esto, como en las caricaturas, los chistes o las críticas delante de un micrófono, lo difícil es atreverse a hacerlo por primera vez. Pero en cuanto alguien ha roto un tope... ¡ancha es Castilla!

Lo más desagradable es cuando el que critica tiene mala baba, y se le notan las ganas de hacer daño. ¡Buaj! Luego está el fenómeno de la imitación, el contagio. Pero bueno, ya los conocemos: son los mismos. Y volvemos a lo de siempre: libertad de expresión, ¡sagrada libertad de expresión!"







Sencillamente inoportuno y agradable: vemos la punta del iceberg de un sistema que empieza a pudrirse a nada que exijamos de esta institución algo más que paseos en carroza y desfiles de moda.





(La foto es de EFE)


lunes, 27 de octubre de 2008

Cuestionarse el círculo vicioso del consumo

Annie Leonard se ha hecho interesantes preguntas sobre el sistema de consumo que seguimos actualmente y ha plasmado sus conclusiones en una presentación que transmite con gran rotundidad su mensaje: "La historia de las cosas". El formato es muy acertado: simple, creativo, y revelador. Tan solo con unos dibujos y un discurso ordenado y plagado de ideas clave.

Me gustan estos vídeos por su eficacia. También por su capacidad para transmitir exactamente lo que quiere su autora. Las ideas pueden ser luego debatidas, analizadas... Pero no cabe duda de que su enfoque queda claro a cualquier espectador. Leonard es una experta en comercio internacional pero también puede atribuírsele una buena capacidad para el marketing y la comunicación.

Me quedo con ideas como:
- la obsolencia percibida
- el volumen publicitario que consumimos
- el grado creciente de insatisfacción personal motivada e interesada (para consumir más)
- la falta de perspectiva completa sobre el fenómeno del consumo (sólo vemos una parte)
- la idea del círculo vicioso sobre:

TRABAJO => CANSANCIO => VACÍO => TV => PUBLICIDAD => CREAR NECESIDADES => CONSUMO => NECESIDAD DE MÁS RECURSOS PARA PAGAR MÁS BIENES => MÁS TRABAJO => MÁS CANSANCIO => MÁS VACÍO...




Los vídeos:

PARTE I




PARTE II




PARTE III

lunes, 13 de octubre de 2008

Lecturas: El cuento número trece

Un relato jamás publicado es la base del misterio que rodea a Vida Winter, autora de éxito y fama mundial. Margaret apenas sabe nada de ella, pero tal vez por los secretos que encierra su propia historia es la persona escogida por la escritora para narrar, por primera vez, su biografía y la verdad que esconde: su identidad, su origen y sus recuerdos.

El resultado de este encargo tan particular será un recorrido lleno de enigmas y falsas identidades que llevará a la propia Margaret a descubrir más cosas sobre sí misma y a involucrarse en las emociones y afectos de su anfitriona, alcanzando una empatía total con ella.

La novela está ambientada en un contexto muy literario: Vida Winter es escritora de éxito y Margaret es la hija de un librero. Por eso el texto está plagado de referencias a la literatura anglosajona del siglo XIX: Wilkie Collins, las hermanas Bronte... Su evocación une a las dos protagonistas, e incluso a la autora del libro, Diane Setterfield, ya que la construcción de estas páginas está realizada a modo de tributo u homenaje hacia un estilo muy característico y admirado por los propios personajes de la novela.

Este estilo demuestra, sobre todo, la habilidad de la autora para contar una historia con buenas dosis de suspense, enigmas, emotividad y personajes muy definidos, con secretos, frustraciones, drama y un destino arrebatador que dirige sus pasos y aporta sorpresas a la vez que encierra condenas implacables.

viernes, 10 de octubre de 2008

Sobreprotección, no gracias



Leo en Electroduende que el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha denunciado la aparición de unpersonaje tartamudo en la serie de Antena 3, Lalola, como motivo para crear risa.

Me parece completamente fuera de lugar esta posición y me parece un error. La hipersensibilidad de esta asociación merece mi respeto aunque mi total rechazo porque la televisión no es un colegio y no se ve la tele para aprender y ser mejor persona. La televisión, cuando hablamos de ficción (al igual que el cine, la literatura o cualquier otro vehículo para dar rienda suelta a la creatividad), es un canal para poder inventar y poder recrear situaciones que pueden (espero que deban) ser diferentes, incorrectas o absurdas. Yo, al menos, no enciendo la tele para ver un calco de cómo debería ser la vida en una sociedad ideal.

Sí creo que hay contextos para todo. Y no debería ofenderse a nadie gratuitamente, pero es que cada colectivo es responsable de establecer el punto en el que tienen ubicada su dignidad para que un simple producto de ficción, basado en el absurdo y la exageración, no pueda ser una amenaza. Con este talón de aquiles tan amplio lo único que ponen de manifiesto es la poquita capacidad para sentirse ellos mismos iguales al resto.

La no discriminación empieza por uno mismo, y la autonomía y la no necesidad de una tutela son los pilares para que una persona con discapacidad no deba sentirse inferior a nadie. Si vamos pidiendo comportamientos exageradamente protectores, ¿no les estamos reforzando en su papel de víctimas? Yo, personalmente, entiendo la dignidad de otro modo.

Además, según Electroduende, en los argumentos facilitados por este comunicado (que no está publicado en la página de CERMI, o yo al meno no lo he encontrado) figura el siguiente:

"Se nota por parte de los guionistas del programa en que carecen de algún
familiar, amigo, conocido con el problema de la tartamudez, sobre todo y
especialmente en las edades infantiles y juveniles puede llegar hasta el
suicidio social de los que la padecen, incluso en personas adultas",





Para empezar, el programa de LALOLA no creo que sea una serie para niños. Más allá de la aparición puntual de un personaje tartamudo, los contenidos no son los que nadie escogería para educar a la infancia. Así que CERMI saca los pies del tiesto. Se da el agravante, además, de que el argumento de la serie es algo completamente irreal (un hombre que sufre un conjuro que le convierte en mujer). ¿En este contexto de fantasía, dónde incorporamos la necesidad de ser políticamente correctos para que el reflejo de la realidad sea respetuoso?... Insisto... ¿quién ve realidad en LALOLA?


Creo que los comportamientos que demandan protecciones y tutelas exagerados infantilizan al sujeto. Bastante se nos protege en la vida real de no tomar medicinas en exceso, de no respirar el humo de los fumadores, de no fumar, de no beber, de comer sano, de ir al baño a nuestras horas, de no tomar antibióticos, etc.
Que nos dejen, al menos, el rincón de la ficción para preservarlo de fiscalización y supervisión. Que podamos, por ejemplo, encontrar a un hombre-anuncio en la tele, ya que ahora, como reflejo real de estas actitudes en la carne de políticos con muy poquito respeto a la mayoría de edad de los ciudadanos, nos han incorporado otra profilaxis más contra la pérdida del honor. Pero no hay menos honor y dignidad que perder nuestra libertad de actuación y decisión en aras de un orden supremo diseñado por megalómanos con complejo de institutriz. Eso sí, pido perdón al colectivo de institutrices por si pudiesen sentirse ofendidas con mi última frase.






domingo, 5 de octubre de 2008

Una nueva sensibilidad

Lo políticamente correcto se va introduciendo en nuestra vida cotidiana como una costumbre. Un nuevo hábito que se asume y se asienta. Sin necesidad de pensar más en él. Ayuda cuando esta calificación es común y cuando se impone de manera colectiva. Pero es curioso cuando la dimensión íntima y personal de este fenómeno tiene lugar, entonces nos damos cuenta de que debemos incorporar un nuevo cuidado o una nueva precaución para no caer en formas que puedan mostrar falta de respeto o molestar. Este tipo de situaciones nos hace ver, también, que no somos inmúnes a la adquisición de ideas preconcebidas o prejuicios. Aunque prejuzgar no sea siempre algo negativo, pero sí una forma de visualizar nuestra mente esponja y cómoda. Nos adaptamos al contexto y creamos ideas preconcebidas que no notamos apenas.

A mí me ocurrió hace una semana con una de mis alumnas. Doy clase de ballet clásico a niñas, y el martes vino a clase una niña nueva, de 6 años, morenita, con rasgos extranjeros muy definidos. Estábamos presentándola al resto de compañeras y le preguntamos cómo se llamaba, si había hecho ballet antes y yo le pregunté de dónde era. Su respuesta me dio la dimensión de mi punto de vista: "De España", me dijo, extrañada.

Obviamente. Ella era española. Yo asumía que el origen de su familia la hacía más arraigada al país de sus padres que al suyo, cuando para ella no había duda. Ella era de España. Y yo, una idiota, porque en periodismo aprendí que una da muestra de su inteligencia en función de las preguntas que hace.

viernes, 3 de octubre de 2008

El día más largo


Hoy el día será interminable porque no está Noa conmigo. Nuestra historia juntas ha sido la historia de una aventura que empezó hace tres años cuando Rafa, Guillermo, Pilar y yo fuimos a la SPAP a buscar un perrito al que adoptar. Tuvimos la gran suerte de que Noa viniese a vivir con nosotros y yo he podido disfrutar de ella un tiempo que se me hace tan corto que no logro amortizarlo ahora, a base de recuerdos buenos y de tanto cariño como hemos compartido. Siempre me parecerá poco, porque al lado de Noa he sido realmente feliz. Se lleva mi cariño y mis ganas por cuidar de alguien que me necesita pero yo me quedo con todo lo que me ha dado. Hoy estoy triste y no puedo ver más allá de la pérdida. Pero sé que ella se merece un lugar en el que su recuerdo no duela, sino que sirva de aliciente para saber que la vida tiene regalos como este.


Gracias a todos los que la habéis querido. A todos los que la vais a echar de menos y a quienes habéis compartido conmigo una de las mejores historias de mi vida.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Rockola.fm, música a la carta

Estoy enganchada a Rockola.fm, una emisora de música por Internet en la que puedes elegir el estilo del “hilo musical” que quieres escuchar. Una “radio a la carta” puesta en marcha con muy buen criterio y con el oyente como enfoque principal (pues es a partir de tus elecciones, etiquetas, comentarios y marcas como se va configurando el menú de música que escucharás en esa sesión y las siguientes).

En el panel principal aparece una esfera de colores en la que se marcan diferentes estados de ánimo (intenso, sentimental, optimista…) y lo combinas con la opción de “música en español” o “música extranjera” y la década por la que te quieres mover. Con estos parámetros ya está creada tu emisora: van sonando los temas que coinciden con tus especificaciones y te dan la opción de votar si la canción te gusta (volverá a sonar mas música similar) o si no han acertado (ese tema no volverá a sonar más).

La herramienta se está perfeccionando y aún tiene cosas que mejorar pero la idea es buena y tiene, para mí, un aspecto positivo interesante: te permite conocer música o artistas que coinciden con tus gustos pero de los que, tal vez, no habías escuchado nada.

Tiene limitaciones, como por ejemplo la del número de veces que rechazas los temas y sigues buscando. Cuando la herramienta no acierta y sigues buscando varias veces, te dice que debes escuchar algún tema entero para poder seguir escogiendo. Al parecer tiene que ver con la legislación vigente (esa legislación no la conozco). Eso sí, la licencia que tienen parece que cumple con todos los parámetros legales de respeto a los derechos de autor y los permisos de la oportuna SGAE. Para bien o para mal, todo está regulado.

Rockola.fm empezó a funcionar en febrero de 2008 en versión beta cerrada. Es una iniciativa independiente fundada por Joaquín Guzman (antiguo director y locutor de La gramola en M80, Fernando Martín y Carlos de Otto). Se financia en su mayor parte gracias a la publicidad. En Internet no existe aún una versión definitiva y entre lo que están mejorando se incluye la incorporación del espacio de los artistas para que los usuarios publiquen contenido de los mismos, como fotos, vídeos, su discografía, etc y donde ellos puedan incluir material propio fruto de entrevistas a los intérpretes, así como espacio para que los propios grupos puedan publicar material que consideren interesante compartir: su música, sus fotos sus conciertos....

Parece que el proyecto puede dar mucho de sí. Os recomiendo probarlo.


PD.- Como aspecto simpático, es divertido leer las etiquetas que ponen los oyentes a los diferentes temas que suenan. Por ejemplo:

“¡¡me encanta!!” // “que buen rollo” // “verano 2007!!!!!!!!!!!!!!!!” // "mientras cocino" // "recien levantao" // "voz arenosa"…

viernes, 26 de septiembre de 2008

Ya les vale...

Otra vez Telecinco dejándose llevar por el abuso y la falta de rigor. ¿No pueden dejar de informar sobre los detalles innecesarios del accidente de agosto en Barajas? En el informativo de la mañana (uno de los peores que jamás he visto en televisión) se han regodeado mostrando cómo está la llamada "zona cero" (hasta para los nombres son efectistas y reiterativos). No han escatimado en detalles completamente innecesarios sobre los enseres que quedan aún en la zona y que recuerdan a sus propietarios, hoy ausentes. Incluso han alimentado el morbo mostrando una montaña de zapatos y aclarando, tras el impacto de la imagen, que no son de las víctimas sino de una zapatería.



Me pregunto, resultando también poco original: ¿dónde está el límite?


El derecho de la información (al que debería añadirse la cláusula sobre la "utilidad" de la misma como atributo para que realmente pueda llamarse así) no debería saltarse el derecho al silencio de los afectados. Aún así, han rubricado su crónica explicando que el juez ha permitido la difusión de las imágenes. Por favor, no se trata de que sea legal o no emitirlas, es que no es humano.




Así que igual que ellos insisten en lo suyo, yo no dejaré de repetirme: YA ESTÁ BIEN.




domingo, 21 de septiembre de 2008

Lecturas: Mariposas en el estómago

Me llamó la atención el argumento de este libro y el hecho de estar editado por Lengua de trapo fue un aliciente para explorar, sin demasiadas referencias, cómo le habían dado forma. Está claro que el drama de una mujer incapaz de tener hijos es un referente demasiado cotidiano y creo que muy cercano para nosotras. Parece haber algo visceral e irracional que nos vincula con la maternidad, sea positivamente o por su rechazo. En cualquier caso, es una dimensión de nuestra vida que termina por tener un fuerte protagonismo y ante la que terminamos por desempeñar una postura fuerte, sea la que sea, pero nunca como algo indiferente. Al menos, termina por ser algo que plantearnos para decidir qué decisión tomar.

La novela de Sigarrostegui es una obra valiente que, sin embargo, hace alarde de un exceso de prudencia ridículo con su advertencia del prólogo, señalando que la narración no está basada en la realidad. Creo que es innecesario a estas alturas recurrir a aclaraciones semejantes. Las novelas hablan cotidianamente de hechos similares a los de la vida cotidiana. No siempre sabemos si su autor recurre a la propia experiencia, a detalles que otros le confiesan o a su imaginación. Personalmente, no me hace falta saberlo. Y mucho menos, que la autora se protega a priori antes de abordar temas de naturaleza íntima, aclarando que son inventados.

En cualquier caso creo que la novela tiene peso: el que le da precisamente el tema escogido. Es un asunto denso y se expone con crudeza. Como habitualmente se viven los episodios menos amable de la propia existencia.

Ha escogido un tono acorde con el componente obsesivo que termina por caracterizar este asunto: es un tono repetitivo, denso y que transmite los hechos desde la mirada turbia de su protagonista.

Es la historia de un deseo frustrado y de todas las vías que encuentra esta frustración para salir. La infidelidad de la protagonista representada en un hombre insignificante parece la exhibición de su baja autoestima. Ella pierde su norte, pierde la clave de lo que es bueno para ella y se castiga con este desorden, aunque también se libera.

La autora abusa de los “flashes” de la narración interrumpida y de las elipsis. Siempre me ha parecido cómodo construir novelas de este modo y creo que cuando se opta por seguir esta vía lo difícil es encontrar el equilibrio entre lo que se cuenta y lo que se calla. En “Mariposas…” se echan de menos algunos detalles. Tal vez algunos sentimientos o puntos de apoyo para redondear el relato.

Al final resulta que la historia de la infidelidad es la excusa para exponer una historia de soledad, reproche, incomunicación y pérdida de horizontes. La infertilidad es el escenario crudo en el que se despierta la “cosificación” de la protagonista, cuando su cuerpo empieza a no funcionar y empieza a ser de todos menos de ella. Entonces ella se lleva su “yo” muy lejos y lo saca de los territorios comunes y seguros. Tal vez un último intento por demostrar que aún le queda algo de control.

Me parece buena lectura como curiosidad, para explorar los recursos de la narración capaces de provocar reacciones a base de no dar demasiadas claves. Requiere una actitud activa y ganas de retorcer preguntas propias que se pueden despertar al pasear por el relato. Algunas innovaciones me parecen innecesarias o mal equilibradas. Se echa en falta algo más de emotividad explícita en los personajes. Al menos la suficiente como para diferenciarlos y definirlos un poco mejor. Pero creo que esta visión mía puede surgir de una perspectiva demasiado neutra, con algún “tic” que me urge querer normalizarlo todo. Si leo el blog de Leticia veo que su forma de expresión es así de urgente e incompleta. ¿Por qué no va a ser su novela una extensión de esta voz que es la suya? Lo que sí está claro es que su libro no te deja indiferente: remueve y altera. Que ya es bastante, ¿no?

miércoles, 17 de septiembre de 2008

¿Cómo te cuentas las cosas?

Me gusta mucho analizar los tipos de personas con los que me voy encontrando. Supongo que es una cuestión de madurez (no sé si celebrarlo o preocuparme) o de supervivencia, ya que antes solía sentirme desbordada cuando daba con personas a las que no comprendía, o cuyo comportamiento me crispaba o enfadaba. Ahora, si la cosa no es grave (rara vez lo es, y cada vez menos), prefiero retirarme a una esquinita a observar. Es curioso y emocionalmente más rentable. Enredada en este hobby, hace tiempo que observo algo recurrente: me encuentro con personas cuya vida siempre parece funcionar. Hablo de personas a las que las cosas les van bien o no. Que celebran éxitos pero que también afrontan problemas, renuncias, o dificultades. El factor común en este tipo humano parece ser su optimismo. Sin embargo, no les veo tremendamente positivos, al menos, no en lo que tiene de irrealidad o ceguera. Por tanto, algo más tiene que haber.

Observo un poco más de cerca y empiezo a darme cuenta de una imagen, o mejor aún, de un contenido: son sus mensajes. Estas personas se dan a sí mismas un tipo de mensaje en el que todo encaja. Todo tiene sentido y la visión personal es constructiva. En definitiva, estas personas “se cuentan” a sí mismos (y por extensión a los demás) sus circunstancias, de un modo positivo.

No hablo de la actitud (también frecuente) de quien lanza el mensaje de idealidad de todo lo que le rodea (su casa ideal, su trabajo genial, su pareja perfecta, sus hijos adorables…). Son, por el contrario, personas muy sinceras, capaces de diferenciar lo que va bien de lo que va mal, pero en cada momento se cuentan la realidad de un modo en el que todo encaja.

Por lo tanto, creo que este optimismo tiene más que ver con su propia comunicación personal autárquica, que con cualquier otra habilidad social.

Y por eso hay varias veces en las que me he planteado: ¿cómo me cuento a mí misma las cosas? Si tiendo a contarme los hechos cargando tintas en el desastre, me hundiré. Si me cuento lo mal que me van a ir las cosas, me sentiré abatida. Pero si me cuento mi situación como una etapa de transición. O una etapa de aprendizaje. O si me cuento a mí misma mi fracaso como una tentativa que probé y decidí que no era la adecuada... Me estoy contando las cosas de manera que todo está encajando y yo puedo seguir adelante sabiendo que me siento bien en mi pellejo.

Me interesa, por lo tanto, averiguar más sobre esta faceta de la comunicación interpersonal con uno mismo, con las diferentes personas que nos habitan. ¿Qué les vamos a contar y cómo? Perfilemos un buen discurso, sincero y constructivo. La mirada al exterior, después, seguro que nos resulta más amable.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Comunicar mucho, sin hacer ruido

Los chicos de Territorio Creativo dan en la diana con bastante frecuencia al elaborar sus entradas, y sacan a relucir aspectos y cuestiones que todos los que nos dedicamos a la comunicación de empresa nos hemos planteado en alguna ocasión.

Me ha gustado especialmente su reflexión sobre “Con los Social Media, siempre hay cosas que comunicar”. En el campo de la comunicación de empresa este asunto tiene su lógica aplastante: en un contexto en el que abunda la difusión de mensajes, cabe pensar que todo fluye y la renovación debe ser continua. Y así es. La práctica te demuestra que si no haces ruido, si no adoptas un papel activo y te mantienes presente en tu ámbito de actuación, dejas de existir y la fuerza de tu imagen se resiente.

En un primer punto, mi tendencia natural es criticar este hecho: si hay tanta abundancia informativa, si hay tanto exceso de mensajes, si todo va tan rápido… ¿no será mejor canalizar el esfuerzo para ofrecer sólo lo interesante y sólo contenidos de calidad, aunque no compitamos por esta presencia constante e indiscriminada? ¿no pierden efectividad nuestros mensajes si son tan repetitivos? ¿merece la pena el derroche de recursos que obliga a producir contenido constantemente?¿no agotamos nuestra capacidad para suscitar interés?

Sin embargo estas cuestiones no se resuelven razonando en esta línea (al menos en lo que he podido observar con la práctica), sino que sigue primando la necesidad de multiplicar los mensajes pero con matices.

Por tanto, nos encontramos con lo importante que puede ser producir contenidos de calidad pero no por ello debemos olvidar que “lo mejor es enemigo de lo bueno”, y que los plazos para el trabajo en la cocina no deben impedir que nuestro ritmo sea acorde con el del mercado. Es decir, según a qué se dedique nuestra empresa tendremos que localizar cuál es el grado mínimo de presencia que nos podemos exigir para mantener una cita constante con nuestro público.

Para mí esto ha resultado un dato determinante: la adaptación al entorno. Porque es cierto que la comunicación se vuelve cada vez más extensa y se multiplican el espacio en el que poder tener cabida y ubicación, por eso es interesante saber determinar los diversos marcos de influencia en los que nos queremos mover. No actuaremos igual si nos movemos en el marco de influencia más cercano (nuestro sector profesional, nuestro mercado más concreto) o si tratamos de tener una repercusión más amplia (responsabilidad social, interés general…).

En este sentido, sí creo que hay que dar a cada uno de estos círculos un flujo de mensajes diferente, aunque no nos queda otra que exprimir la creatividad y encontrar lo noticiable con cierta agilidad, pues la realidad es que la multiplicación de oportunidades de comunicar no nos exime de la obligación de resultar medianamente interesantes.

Se nota mucho, de hecho, cuando una empresa adopta el hábito de lanzar mensajes por doquier y el contenido de los mismos es nulo o reiterativo. Al final, esta reputación de “ruidosos” se extiende a todas sus comunicaciones y se convierten en la típica marca cuyos mensajes borramos del buzón de correo sin mirar.


Conclusión:

- Entre ser “ruidoso” y ser “invisible” la clave está en marcarse un ritmo, un hábito que nos permita actualizar nuestra presencia de manera constante.

- Este ritmo deberá estar ajustado al marco de influencia en el que nos movamos y tendrá en cuenta lo dinámico que sea este entorno y nuestra competencia.

- La capacidad de producir mensajes, no obstante, deberá ser fruto de nuestra capacidad para identificar el contenido noticiable. Las fuentes para encontrar este material pueden ser varias:


  • el feedback con nuestro público: dando respuestas a demandas de información que hayamos detectado.

  • la actualidad del marco socio económico: explicando el efecto de los condicionantes externos sobre nuestra actividad, o el papel de nuestra organización ante la realidad del entorno.

  • cifras, balances y datos cuantitativos: de vez en cuando es posible recopilar toda la información acumulada en nuestro organismo y ofrecer información numérica estructurada.

  • tendencias: basándonos en nuestro contexto y posición privilegiada, es útil ofrecer la visión de un sector del mercado que podemos (y debemos) conocer con precisión y sentido crítico.


miércoles, 3 de septiembre de 2008

Lecturas: Personajes secundarios

Me gusta comenzar mis reseñas de libros leídos recordando cómo llegué a ellos. En muchos casos es una forma de conectar las lecturas con mis propias vivencias. Un itinerario paralelo. Como dice mi amigo Rafael Cid, una vez leídos los libros pertenecen al lector. Mi recorrido por las páginas que reviso en estas entradas está, por lo tanto, vinculado a mis propios pasos.

En este caso, la lectura de “Personajes secundarios” fue escogida al azar. En una de mis visitas a La Buena Vida, encontré este libro en sus estantes y me atrajo el resumen de su argumento: el testimonio de Joyce Johnson al lado de los principales representantes de la Generación Beat, un conjunto de artistas de Nueva York y San Francisco que compartían el rechazo a los convencionalismos y canalizaban su malestar a través de la literatura.

Es la vida de una mujer en un entorno en el que priman las buenas costumbres. Su papel secundario al lado de su pareja, Jack kerouac, un hombre carismático, contradictorio, caótico, desorientado y narcisista. Ella tan sólo eso eso, su compañera, su refugio, un lugar seguro en el que resguardarse y al que volver. Pero Joyce es algo más que un testigo mudo. Su propia historia es la historia de una rebeldía silenciosa: en los años 50 y 60 las chicas solo se iban de casa de sus padres para casarse. La autora se gana su independencia a pulso, paso a paso, error a error y pérdida a pérdida.

Por lo tanto, en esta narración los personajes secundarios toman la palabra y lo hacen con maestría. Joyce les da voz y les da presencia. Gracias a sus recuerdos conocemos las vivencias de mujeres confusas, luchadoras, apasionadas, artistas, creadoras y protagonistas de una búsqueda constante en un personaje en el que no está muy claro cuál es su papel.

Johnson demuestra ser una narradora magistral, escritora impecable y honesta, capaz de mantener viva la mirada de una joven de su generación en medio de un contexto que no resulta sencillo.

Me sentí atrapada por el hilo conductor de esta novela de testimonio, no sólo por la transparencia y vigencia de las emociones de su protagonista, sino por la capacidad para acercarme a un lugar y una época de la mano de un testigo de excepción. Nada es igual si se mira desde diferente enfoque y conocer la Generación Beat de la mano de un “personaje secundario” tan esencial es uno realmente particular y de lujo, semejante a sentirse habitante de su mundo. Y qué mejor sensación para una lectora entregada.

Completamente recomendable.

viernes, 29 de agosto de 2008

Advertencias bienintencionadas

Ayer regresaba a casa tras pasar la mañana con mi abuela en el hospital (donde se me acumulan ejemplos de incomunicación que seguro dan para otra entrada del blog). Al pasar por el intercambiador de Moncloa (uno de los que menos frecuento) me animé a retirar un libro del servicio de Bibliometro, que hacía tiempo no utilizaba. Me llamó la atención que tuviesen uno de los volúmenes de Mujeres alteradas de Maitena. Mi ánimo no podía estar más necesitado de algo así, de manera que fue ese el que solicité al chico de la ventanilla.

_ Pero esto es un cómic _. Me dijo, como advertencia.

_Ya, ya.

_ ¿Lo quieres?

_Sí, claro que lo quiero.

Me fui de allí con mi ejemplar en la mano, tan feliz, y a lo largo del camino en el vagón tuve que hacer varias veces esfuerzo por no reírme a carcajadas delante de mis compañeros de viaje (no sé cómo se interpreta que una se ría sola, y en estos contextos de anonimato siempre me entra un inexplicable pudor).

El caso es que lo pasé en grande leyendo y nada más llegar a casa hice prometer a mi chico que también lo leería: los tics que recoge, las situaciones cotidianas... Si es que me vi a mí misma, a mis amigas, a mis amigos... Todo lo que día a día nos supera, aquí parecen sencillamente lo que son, momentos muy humanos que nos vulgarizan, nos obligan a no tomarnos en serio y ver el paisaje con cierta perspectiva.

Por cierto que entré en la página web de la autora para ver cuáles son sus nuevos proyectos y no encontré mucha información, aunque sí me tropecé con una noticia en VERTELE en la que afirman que La Sexta prepara una serie de televisión (del estilo de "Cámera café") basada en las viñetas de la argentina.

A ver cómo resulta el experimento....

jueves, 21 de agosto de 2008

Periodismo, motivaciones y desmotivaciones personales

Cuando vivimos momentos informativos como el de ayer y hoy, con la cobertura del accidente de Barajas, me siento poco orgullosa de la profesión que he elegido. Soy periodista pero no ejerzo de informadora en un medio de comunicación; en días como hoy, lo prefiero, porque me resulta difícil no descalificar la labor informativa sin tregua ni medida que se produce en casos como este. Sencillamente, no la comparto y no me gusta, así que entiendo que no habría sido jamás una buena reportera.

Ayer las cadenas de televisión volvieron a ejecutar una danza macabra para erigirse en protagonistas de la cobertura más prolongada e indiscriminada de la parrilla. Como suele ser habitual, al acontecimiento en sí le sucedió el fenómeno mediático. Es un debate frecuente y poco original, pero para entender mi propia actitud ante la información no puedo dejar de cuestionar ¿cuál es el límite?


Intento no perder de vista mi propia formación para responder a esta pregunta sin caer en los tópicos que injustamente pueden darse desde "el otro lado". Sé que informar es difícil y me pongo en el papel de los periodistas que han cubierto la noticia y estoy segura de que yo no lo haría mejor. Sin embargo, también he ido observando despropósitos y errores llamativos, que afectan a la calidad de esta sobredosis informativa que hemos recibido. Por lo tanto, si contra la cantidad no puedo argumentar más que mi propio sentido de la proporcionalidad y utilidad, contra la calidad sí puedo exponer que he visto meteduras de pata y fallos comunes, algunos de los cuales me han parecido muy molestos.


- INFORMAR SIN DATOS: la necesidad obliga a mantenerse delante de la cámara, micrófono en mano, llenando minutos de aparente información sin datos, sin contenido. Parece que una vez establecida la conexión nadie se atreve a soltarla. La movilización de los profesionales es en muchos casos admirable, por su agilidad, su capacidad para indagar, para averiguar qué ha ocurrido, etc. Pero mientras esta buena gestión se lleva a cabo... ¿las cadenas no conciben esperar unos minutos en los que no decir nada más? En algunos casos, la falta de datos se llena con variedad absurda de cifras innecesarias.


- CUALQUIER PROGRAMA VALE: las cadenas no pueden alterar su programación de golpe, pero ante la irrupción de esta necesidad informativa, hay quien optó por ofrecer este contenido desde el formato de "avance informativo" clásico (tve) mientras que otras (Antena 3, Telecinco...) utilizaron la infraestructura ya existente para que quienes nos narran a diario sucesos vecinales o críticas de famosos llevasen a cabo una tarea que les quedaba grande y que ejecutaron sin rigor, sin mesura y sin clase. En este ejemplo, Telecinco destacó por el perfil poco sólido de sus presentadores: Lucía Riaño y Emilio Pineda. Entre sus defectos más acusados: entrevistar a un invitado (víctima de otro accidente aéreo) cometiendo todos los errores que se suelen cometer en las entrevistas primerizas: formular varias preguntas al mismo tiempo, responderlas de antemano con el propio enunciado, comentarlas con mayor extensión que la propia intervención del entrevistado o incluso no dejarle hablar.


- OBSESIÓN POR TRANSMITIR CADA DETALLE A TIEMPO REAL: llenar espacio se hace necesario para el medio, con tal de vivir el desarrollo de los hechos sin intermediación ninguna, es decir: como testigo directo. El problema es que en muchos casos (como desgraciadamente en este), la información no es más precisa por darse en el instante mismo de ocurrir. Compartir con todo el público la misma expectación y la misma angustia que acompaña a los protagonistas no cumple ninguna función informativa. Favorece la empatía, por supuesto, pero también incrementa la expectación y la duración de esta agónica espera que probablemente los familiares de las víctimas podrían preferir vivir en privado. Ante esta circunstancia, lo más abominable que he encontrado en la retransmisión de la noticia es filmar la llegada de los supervivientes, algunos carbonizados, a los hospitales, así como la llegada angustiosa de los familiares a ambos aeropuertos. El interés máximo: captar el mayor detalle posible de esta realidad que tiene matices que no nos pertenecen a todos, por mucho que la información sea un derecho.

- PREGUNTAS ABSURDAS: por esta misma misión de mantener el hilo abierto a lo largo de toda la jornada, los periodistas han llegado a agotar el ingenio y el don de la oportunidad, y en algunos casos hemos podido asistir a preguntas absurdas e innecesarias formuladas a testigos o a familiares. Es el caso de David Cantero (TVE), preguntando a un testigo en cuántos trocitos se había fragmentado el avión. O peor aún, un reportero de Telecinco (Está pasando) que a la llegada angustiosa de familiares a la T4 preguntaba (literalmente): "¿Usted sabe si tiene o no un familiar en el avión?".

- EUFORIA INFORMATIVA: más sutil es la sensación que se desprende de la falta de control de algunos reporteros. La emoción del momento, el ansia por captar un nuevo detalle y la dificultad de la tarea les lleva en ocasiones a mezclar sentimientos y a transmitir emociones confusas. Es el caso de algunos de los reporteros de Telecinco que cada vez que daban con algún dato nuevo, acostumbrados a la menor sensibilidad que requieren los temas que suelen transmitir (Está pasando), los exponían con un entusiasmo tal que la sensación ante el espectador era casi de logro, de euforia informativa.


- DEBATIR POR DEBATIR: en medio de esta improvisada actuación de las cadenas, el estilo del programa no podía alterarse en exceso, así que se ha adaptado para la cuestión. Es el caso de Antena 3, cuyo programa de la tarde tiene formato de debate, que se ha mantenido tal cual, encontrándonos por lo tanto con un debate simultáneo a la retransmisión de los datos. Aquí, por lo tanto, no sólo ha habido información más o menos lograda sino que hemos podido asistir a las microreflexiones de quienes han sido capaces de formular sus propias teorías, opiniones y juicios, sin apenas tiempo para el análisis, y con la verborrea característica. De este modo, se criticaba sin pudor la falta de datos que han proporcionado las autoridades (nadie se paró a pensar el efecto que pueden tener los errores a la hora de confirmar noticias como ésta a los afectados y la necesidad de prudencia máxima), o bien se exigía a las mismas, desde estos púlpitos improvisados, que no hiciesen aterrizar a los familiares en el mismo aeropuerto y que se les llevase a Torrejón porque actuar de otro modo sería hiriente.


- IMÁGENES DESCONTEXTUALIZADAS: una imagen sin contexto y un montaje forzado pueden ser algo enormemente desinformativo. No obstante, a algunas cadenas y medios no les ha temblado el pulso a la hora de ofrecer composiciones tramposas. Para mí Antena 3 se lleva la medalla a la falta de rigor, pues han sido capaces de montar 4 ó 5 veces la misma escena (el equipo de emergencias acompañando la camilla de un afectado mientras la descargaban de la ambulancia y la introducían en La Paz), a modo de bucle, sin interrupción ni aviso. El resultado inmediato era que las imagenes aparentes acompañaban a la información que la locutora iba transmitiendo (sobre la llegada de los supervivientes a los hospitales). Solo unos minutos después de observar atentamente te dabas cuenta de que las víctimas que ilustraban el reportaje era solo una, el mismo hombre, a quien han expuesto en la misma rutina audiovisual una y otra vez, todo el tiempo que ha durado la locución.

La prensa escrita tampoco ha estado exacta en estos detalles y encontramos el mayor fallo en Público, que ha ofrecido en su "galería de fotos" imágenes-recurso tan poco relacionadas con el asunto como un pasillo de una terminal de aeropuerto vacío o un avión de spanair volando. Además han ofrecido las mismas imágenes de agencia que han publicado otros medios pero, a diferencia de éstos, no han firmado las fotos con la referencia a EFE.


- RECOGIDA INDISCRIMINADA DE TESTIMONIOS: precisamente el diario Público ha sido criticado por sus propios lectores (en la versión online) por haber llevado su escaso rigor informativo y su falta de coherencia (cuando apareció anunció que su línea editorial se caracterizaría por informar con tacto especial sobre determinados asuntos, sin caer en lo efectista) a pedir abiertamente los mensajes y participación de quien conocía a las víctimas. De los mensajes publicados son mayoría los que critican esta iniciativa del periódico y reclaman más ética para la cobertura informativa de este tipo de catástrofes.



- USO DEL LENGUAJE: las prisas hacen que todo sea más difícil. Incluso expresarse con corrección. Mavi Doñate, de TVE, nos informaba (con rigor, a pesar del detalle) que los helicópteros de los bomberos "pillaban" el agua de un lugar cercano.


En conclusión, insisto en mi respeto para quien tiene que trabajar en un contexto tan difícil pero no renuncio a mi exigencia de que debe plantearse algún código ético para manejar este tipo de cobertura mediática. Cuando en una sociedad como la nuestra la información parece estar al alcance de todos, el valor añadido debería ser la correcta gestión de la misma, la discriminación de los detalles válidos y los innecesarios y la capacidad, aún no entrenada, de poner fin cuando corresponda. No tiene mérito prolongar un relato amorfo en el que se mezcla lo emotivo con lo informativo y que acaba degenerando en algo diferente a la propia realidad, algo que la supera y que la distorsiona. El sentido del show por encima de todo.


miércoles, 20 de agosto de 2008

Lecturas: A la caza del amor

Libros del Asteroide publicó en marzo La bendición, de Nancy Mitford. Antes de animarme a leerla, quise averiguar qué encerraba esta autora y di con uno de sus libros de mayor éxito: A la caza del amor. Narra la historia de una familia burguesa de Inglaterra en el periodo de entreguerras, recreándose en el contraste entre la vida de los círculos aristrocráticos de Londres y París frente a la vida de un terrateniente inglés y su familia. De fondo tenemos el hilo conductor del relato: la búsqueda del amor, desde un punto de vista casi adolescente, que marca la vida de su protagonista, Linda, una muchacha frívola pero resistente, abocada a perseguir la intensa emoción de un amor verdadero. Este sentimiento supondrá el contraste con una vida social llena de convencionalismos y usos sociales basados en el cumplimiento de normas estrictas, mezcla de cuestiones morales y prestigio familiar.

Lo más atractivo de la novela es la mordacidad con la que la autora refleja estas contradicciones grotestas en un momento en el que el orden conocido parece amenazado por parte de los acontecimientos históricos. Este punto de vista crítico e hilarante se combina con una fiel descripción del ambiente social marcado por esta sensación de la fugacidad del momento y la inestabilidad del tiempo vivido entre las dos grandes guerras. Como dice uno de sus personajes: “¿y si la historia finalmente recuerda las dos guerras como una sola? Seríamos entonces una generación que desaparecería”.

Este miedo a lo fugaz, a lo efímero es lo que impulsa a parte de los personajes a vivir el momento, atreviéndose a desafiar las normas existentes. Otros, sin embargo, prefieren reforzar el peso de los valores establecidos, con lo que se crea una serie de recursos para mantener las relaciones sociales en las que se combina el perfil más convecional con las actuaciones más liberales que no encuentran una fuerte oposición sino más bien una necesidad intensa de disimulo.

No hay gravedad en el relato de Mitford. La guerra sólo es el contexto y sitúa a sus personajes en posturas extremas, radicales, divirtiéndose ella misma con las situaciones que logra recrear, con el fondo de la familia, la sociedad y el amor intenso, fugaz e incosciente.

Recomiendo conocer algo más sobre la particularidad de esta autora y su contexto en el artículo publicado por Juan Antonio González Fuentes en la revista Ojos de papel.

martes, 19 de agosto de 2008

El trabajo en los gabinetes de prensa

Las funciones y el papel que puede desempeñar el gabinete de prensa o departamento de comunicación de una empresa es muy flexible y evoluciona con rapidez, de ahí que sea difícil encontrar un contexto en el que se conozca adecuadamente las posibilidades de este tipo de tareas, para poderlas potenciar y optimizar.

El perfil de los profesionales que se ocupan de estas labores permite diseñar un departamento de comunicación del modo específico que cada organización decida. Por lo tanto, es difícil encontrar pautas o normas generales que establezcan límites estrictos, aunque dentro de esta flexibilidad los modelos terminan por ajustarse a ciertos puntos comunes.

Como paso inicial, conviene diferenciar entre los conceptos siguientes:

INFORMACIÓN
PUBLICIDAD
MARKETING
IMAGEN CORPORATIVA
RELACIONES PÚBLICAS

Según la dimensión de la empresa y los recursos dedicados a estas labores, será posible separar funciones de estos ámbitos relacionados con la comunicación. Es frecuente, sin embargo, que todas estas tareas aparezcan concentradas en manos de un mismo equipo, e incluso en las empresas más pequeñas, este departamento puede estar compuesto por una única persona.

Además de esta flexibilidad en la naturaleza de un departamento de comunicación ad hoc para cada tipo de empresa, podemos observar en la actualidad que el concepto clásico de “gabinete de prensa” parece totalmente superado.

Con este término se han definido tradicionalmente las funciones orientadas a informar a la sociedad sobre la realidad y actividad de la empresa, facilitando datos y mensajes a los medios de comunicación y actuando como interlocutores con ellos cuando éstos se acercaban a la organización para consultar sobre algún aspecto que les interesase aclarar. Esta labor de difusión de información favorece la imagen corporativa de la marca ya que es un mecanismo de responsabilidad social y reporta la ventaja de que ésta sea conocida, no solo por los esfuerzos publicitarios (pagados) sino por el valor menos tasable que tiene la información mediatizada (y por lo tanto expuesta por un interlocutor independiente que puede contrastar y confirmar los datos) y no pagada.

El ritmo de trabajo en un medio de comunicación suele ser vertiginoso, y la rapidez para proporcionarle información es la mejor estrategia para quien quiere ser una fuente útil para ellos. De ahí la necesidad de tener en la empresa profesionales preparados y capacitados para crear estos mensajes de manera eficaz. Además el papel de estos gabinetes era (y es) eminentemente proactivo: la información se genera antes, incluso, de que exista la demanda. Esto les convierte en una fuente asidua, jugosa y bien documentada para los periodistas.

Hoy en día el alcance de este trabajo ha cambiado y se abren múltiples focos de trabajo igual de importantes que la tarea de elaborar notas de prensa.

Uno de los paradigmas de la comunicación actual (según han definido bien profesionales como J.L. Orihuela) es la “desmediatización” de los contenidos. Por lo tanto, el papel del gabinete de prensa ya no es el único protagonista de la difusión de información por parte de la empresa. Cada vez más el propio interesado acude directo a la fuente, por lo tanto, la responsabilidad informativa de la misma pasa por generar contenidos directamente enfocados a su público. Mecanismos como las páginas web, los boletines digitales, las listas de distribución, las agendas de actualidad online y el feedback de una correcta atención al público, son esenciales para que la dimensión informativa de una organización quede cubierta.

Lo que he ido comprobando en diferentes tipos de empresa es que a priori encargar a alguien la tarea de comunicar suele parecer un gasto inútil o una inversión poco rentable, especialmente cuando hablamos de empresas pequeñas. Sin embargo, en cuanto comienzan a dar algunos pasos en este sentido, el contenido de estas acciones se dispara y las funciones empiezan a multiplicarse, con la aparición de múltiples focos sobre los que actuar para difundir información.

La rapidez con la que nos movemos actualmente es una de las razones que permiten que este departamento tenga importancia a pesar de no tratarse de grandes organizaciones: hasta en las empresas más pequeñas la necesidad de difundir datos, cifras, mensajes, ideas, agenda, históricos de actividad o eventos, etc. Supone, cuanto menos, un coste de tiempo. Alguien tiene que hacerlo. Nos encontramos, por lo tanto, ante un contraste de situaciones: por un lado, el ritmo vertiginoso de la información hace que los mensajes tengan cada vez menos peso y menos durabilidad, pues quedan obsoletos enseguida. Además la proliferación de contenidos hace que el material que generamos parezca destinado a naufragar en un mar de ideas, datos y mensajes. Sin embargo, por el contrario, la velocidad de consumo de información nos obliga a producir contenidos nuevos con mayor rapidez, y la selección informativa tan necesaria para el consumidor nos obliga a ser más exigentes con el tipo de mensaje emitido para canalizarlo, acercarlo y “customizarlo” de manera que responda a las expectativas del receptor.

Aquí tenemos claves para comprender el alcance de las tareas que puede afrontar un departamento de cómunicación básico, más allá de la gestión del contacto con la prensa, y de manera global para poder hablar de SOLUCIONES DE COMUNICACIÓN INTEGRADAS que debería ser el enfoque desde el que crear la dimensión comunicativa de una empresa, pues abordar los componentes aislados de este conjunto de tareas supone desperdiciar importantes factores que solo unidos hacen que esta dedicación resulte rentable.


Resumiendo:

* Labor informativa de un Departamento de Comunicación (vs Gabinete de prensa):

- Integrar las funciones del gabinete de prensa.
- Dirigir información directa al público (no mediatizada): herramientas web // boletines digitales // blogs corporativos // redes sociales
- Gestionar el feedback: atención al público (no es necesario centrar la at. al público en el propio dep. de Comunicación pero puede orquestar y dar pautas para homogeneizar el mensaje que se lanza desde otros puestos, recabando datos sobre las demandas informativas)
- Crear contenidos para las demás áreas de la empresa


* Otras labores de comunicación complementarias a la información:

- MARKETING: estudios de opinión, estratificación del público.
- PUBLICIDAD: gestión o control de las campañas.
- RELACIONES PÚBLICAS: comunicación de Direción, presencia en eventos clave, contacto con otras fuentes, labores de representación (portavoz, declaraciones…).

domingo, 27 de julio de 2008

Mi experiencia “APPLE” (I parte)


Hace unos meses me decidí a probar un ordenador de APPLE. Creo que el proceso mental que me llevó hasta ese momento de decisión es bastante común entre otros usuarios de PC que dan el salto y se animan a probar este sistema diferente. En mi caso el itinerario fue el siguiente:

- Mi portátil me resulta poco práctico porque cuando lo compré, hace 4 años, opté por un rendimiento alto en detrimento de otras características: movilidad (pesa mucho), autonomía (la batería no le dura nada) y conectividad (no tiene wifi).

- Dado que mi ordenador sigue siendo útil porque lo compré potente, no tenía demasiad urgencia en cambiar pero sí ganas de poder transportar mi herramienta conmigo.

- Investigando sobre las opciones existentes la gama de los más ligeros me llevó a darme de narices con los SONY VAIO serie TZ (una maravilla de ordenadores) y el MACBOOK AIR (de APPLE). En el primer caso, la opción era segura. En el segundo, el atractivo era probar a trabajar con MAC.

- Dado que no iba a ser mi único ordenador por el momento, las carencias del MACBOOK AIR no me preocupaban demasiado (poco disco duro, un solo puerto USB y ausencia de unidad lectora de CD/DVD). Por el contrario, la compra tenía un componente de “capricho” que me permitían arriesgarme a probar con la ventaja de disponer de el portátil más fino del mercado (hicieron su presentación sacándolo de un sobre).

- Finalmente lo compré. Aunque también me compré una unidad óptica para leer CD y DVD porque la de mi portátil ya no funciona.

Una vez realizada la compra se abrió un campo de experimentos para descubrir qué de nuevo tiene este “mundo APPLE” en el que tantos forofos he encontrado y que transmite un mensaje tan positivo (como imagen de marca han logrado una eficacia asombrosa).

El itinerario está lleno de tropezones, atascos y ayudas que me han permitido ir avanzando y conocer algo mejor el mundo al otro lado del espejo (más allá de Windows). La conclusión, por el momento, es que toda idea extrema está equivocada, así que el sistema operativo de los MAC no es infalible, no es maravilloso, no deja de colgarse o dar fallos y por supuesto que echas de menos algunas cosas de Windows. Sin embargo, no cabe duda de que el resultado de sus productos está más probado, más asegurado y son versiones mucho más completas que aportan soluciones a las necesidades del usuario. Los mensajes de error sirven realmente de ayuda y están fundamentados. Todo el proceso se cuida, desde la atención al cliente durante la compra hasta el trato posventa, con atención técnica en línea, ayudas de producto y de hardware a través de su tienda.

Ahora, lo mejor ha sido encontrar a una inmensa red de aficionados que aportan toda la información necesaria para que el usuario novato de APPLE no se sienta perdido. Gracias a los foros de Internet, a los podcast, a los blogs de expertos y “macniacos” he logrado resolver casi todos mis problemas y dudas con el ordenador. También me he encontrado usuarios de MAC en mi entorno, creándose un lazo divertido entre personas que ahora nos identificamos como “conocedores” de esta otra realidad que nos gusta. Es realmente divertido comprobar cómo la marca ha logrado que el usuario se sienta orgulloso de formar parte de ella. Sigo fascinada por el componente de marketing de su estrategia y asombrada sobre todo por lo poco controlable que puede ser crear algo así. ¿Surge espontáneamente o se dirige? Me cuesta pensar que este resultado haya sido planificado.

No obstante también entre los fanáticos hay ceguera: a mí me faltan algunas cosas que uso en el PC y que aquí no encuentro. Seguramente la carencia esté compensada por otras cosas pero no reconocer que hay diferencias es el primer paso para no poder ser objetivo o argumentar con cierto rigor.

Yo voy a intentar en esta entrada y alguna más hacer un resumen de los pasos que he ido dando en mi adaptación al sistema de APPLE, por si puede servir de ayuda a otros usuarios. Dado que no soy una experta en informática, mi visión puede conectar con la de usuarios de conocimiento básico, como el mío. Así que espero que sea útil.

De momento he preparado el siguiente guion:

[II PARTE] La adquisición :: diseño :: software :: ayudas en Internet (foros, blogs, podcast… ) :: primeros fallos :: los programas incluidos.

[III PARTE] Experiencias concretas :: programas que he probado :: problemas aún no resueltos :: expectativas con el iphone.


Espero que a alguien le pueda resultar útil.

lunes, 21 de julio de 2008

Lecturas con retraso IV: Naturaleza infiel

Me acerqué a este libro con una mirada especial, pues tuve que atender a las reseñas que la actualidad literaria de esta primavera iba arrojando sobre su autora, Cristina Grande, mi primera entrevista en la recién estrenada colaboración con la revista DELIBROS

Se trata de una novela construida a base de recuerdos fugaces, urgentes y poco elaborados, que nos presentan los recuerdos de infancia y juventud de Renata, tras la muerte de su padre. La memoria de la protagonista recupera momentos clave vividos entre ella, su madre y su hermana. El paisaje de la novela son, por tanto, las imágenes que perduran en su memoria y que nos van permitiendo conocer la relación afectiva que existe entre las tres mujeres, sus luchas emocionales internas y el modo en que sobreviven a esta sensación de equilibrio inestable que las caracteriza.

Creo que la obra tiene una carga narrativa fuerte por lo que aporta de fugacidad, economía de palabras, capacidad para generar empatía y transmitir mucho con tan poco. Sin embargo, creo que en la promoción se cometen excesos, que en este caso son innecesarios pues si se lee la novela sin tener que responder a estas expectativas de "fenómeno literario", el texto en sí convence, dentro de los límites de una novela escrita a pinceladas gruesas. No ocurre lo mismo con esta idea con la que se han sacado los pies del tiesto al calificar a su autora de "magistral", de "promesa potente" o de "referente" de la literatura contemporánea, por delante de otros autores. Es más, tras la charla con ella, creo que ni siquiera su disposición al escribir pretende semejante cosa, pues utiliza un estilo muy personal, muy a su gusto, a la hora de enfocar esta historia esquemática, sin tener en mente al destinatario a la hora de definir su propio estilo o condición. 

Algunos críticos (los menos) más escépticos han sugerido que no conviene perder la cabeza cuando se está ante un texto semejante: escribir a fogonazos puede esconder la incapacidad o desgana del autor a la hora de profundizar en todo lo que rodea y compone la naturaleza de una novela. Es cierto que con Naturaleza infiel tenemos el alma narrativa de un relato pero nos falta la sensación de ser llevados, cómodamente, por el territorio bien nutrido que caracteriza a esta otra. Es una crítica fácil, viniendo su autora de donde viene (Cristina Grande es reconocida autora de relatos, que ha publicado en Xordica); además se podría cuestionar la mayor: ¿y por qué la pasividad del lector y la necesidad de recibir todo hecho es lo propio de una novela? 

Yo no sé responder a esto. Me quedo con el hallazgo, pues es un nombre que me despertará la atención cuando reincida. El libro lo disfruté, aunque a veces eché de menos la inmersión a la que te llevan autores como Almudena Grandes al recrear también una adolescencia vivida en los años 70 y 80. Me gustó su estilo escueto y muy bien perfilado. Y me llegaron claves personales que considero la mejor seña de identidad para un escritor. Ah, y la conversación con ella, llana, sincera y sin artificios, plagada de referencias nostálgicas a Aragón y de un sorprendente optimismo que no cabía sospechar a través de la mirada mucho más dura de sus personajes. Por cierto, la foto de la portada (me comentó) es una foto familiar suya en la que aparece ella de niña junto a sus hermanos.


viernes, 4 de julio de 2008

Sobrecogidos

La noticia de la liberación de Ingrid Betancourt nos ha impactado a todos. Ella es un símbolo y su imagen fue capaz de provocar la empatía de quienes no podemos apenas imaginar el horror de un secuestro como el que padecen las víctimas de las FARCs. Las imágenes de su desolación, en el extremo estado de salud en que se encontraba hace unos meses, su silencio y desesperanza fue, tal vez, lo que nos hizo comprender que el ser humano tiene límites emocionales que creemos imposible superar.

Ella, no obstante, ha dado ahora prueba de que la resistencia humana tiende a una dimensión cósmica. ¿De qué otro modo puede entenderse su capacidad para regresar del infierno manteniendo la cordura?

De estos primeros momentos de liberación me ha sorprendido su actitud sólida y su discurso equilibrado. Supongo que cuando padeces una situación extrema prolongada durante tanto tiempo, todo tu contexto adquiere unas medidas diferentes y la proporción de lo que podría resultar aniquilador para las emociones, la claridad mental o el deterioro psicológico se reestructura. Quizás por esta capacidad de reordenarlo todo, personas como Ingrid han sido capaces de traer su voz y su mensaje desde una experiencia atroz.

Me sorprende el grado de evolución de su discurso cuando afirma que una de las impresiones más impactantes tras haber exprimentado esta vivencia es darse cuenta de que uno mismo podría también cometer algo así. Es la idea de la "banalidad del mal" que ya formulase Hanna Arendt y que fue difícilmente comprendida. No es una postura políticamente correcta pero abre una puerta hacia la comprensión de la naturaleza humana en su lado más crudo. El mal, decía Arendt, es una cuestión de proporción. ¿Qué no seríamos capaces de hacer si el contexto nos extrapola a una situación donde todo tiene medidas diferentes? ¿En qué no se convertirían nuestros gestos mezquinos e injustos si se tuviesen que dar en un contexto donde los condicionantes son de otra dimensión?

Obviamente el hilo conductor de estas ideas no es amable ni fluido. Es áspero y abordarlo supera a quien no tiene la autoridad moral que da la vivencia cara a cara con el horror creado por sus semejantes.

En estos momentos, por tanto, queda el esbozo de lo que podría ser un debate sobre tantas ideas que se agolpan cuando se es testigo de episodios históricos como este. La confusión de sentimientos obliga a callar y escuchar. En la cabeza, múltiples preguntas y suspicacias como la incapacidad para asumir que una historia con final feliz pueda ser tan impecable. Me cuesta imaginar un operativo sincronizado y orquestado al estilo del mejor guion cinematográfico donde no se dispara un solo tiro y donde todo se ejecuta con la precisión de un ballet. Mi mente desentrenada y cómodamente afincada en el escepticismo se dispara al creer que no puede ser tan clara la ejecución del rescate en un escenario tan poco predecible como es el marco del terrorismo y la guerrilla. Tanto orden desconcierta y tanta exhibición de pureza contrasta con la naturaleza del asunto del que hablamos.

Nos quedamos, de momento, con esta versión y preferimos, ante una duda poco fundada, el silencio. Pues es, cuanto menos, un síntoma de respeto o de ejecución digna de un papel secundario. No como ciertas figuras políticas que se ven llamadas a manifestar en todo momento y lugar su discurso, que es la misma opinión de siempre. Me refiero a Rajoy y su falta de mesura (en él no hay dimensión alguna que sugiera proporción ni adaptación al contexto) cuando nos cansó de nuevo a todos llevando la palabra hacia el eterno tema de cómo debe (según él) abordarse el terrorismo, con esa disciplina férrea que impregna a todas sus consignas en las que la falta de inteligencia (para idear, cuando menos, soluciones ad hoc a los diferentes asuntos) se sustituye con una retahíla muy espesa de verdades absolutas.

miércoles, 25 de junio de 2008

Competencia y mimetismo

Las compañías de telefonía móvil lanzan sus ofertas para el verano. Es divertido observar hacia dónde dirigen sus esfuerzos de captación, fidelización o retención de clientes, porque nos da una visión bastante ajustada de la situación del mercado.

Ha habido etapas en las que toda la promoción iba dirigida a captar nuevos usuarios. Después el mensaje publicitario y sus campañas cambiaron y la explicación vino poco después: consideraban alcanzado el volumen máximo de clientes esperado y ahora tocaba evitar la fuga. En un principio las mejores ofertas eran para los contratos, ahora parece que van haciendo caso a los usuarios prepago. También premiaron el hablar con similares y este verano la estrella de las campañas es para permitir que nos beneficiemos aunque queramos hablar con la competencia.

Lo curioso es ver la simultaneidad de actuaciones en unas y otras compañías. El mimetismo llega incluso a optar por idénticas señas publicitarias. Fíjemonos, por ejemplo, en los nuevos anuncios de Vodafone y Orange: fomentan las llamadas entre diferentes operadoras y coinciden con la voz que nos lo transmite.


En el caso de VODAFONE, es el tema de LA ABEJA MAYA, y su "país multicolor",




mientras que ORANGE nos remite a la canción infantil del elefante que se balanceaba. 



Una peculiar muestra de la simultaneidad de pensamiento.

miércoles, 18 de junio de 2008

Más allá de la especie

(Una licencia, en memoria de Río)


No cabe duda de que la comunicación entre especies diferentes es posible y, para quienes tenemos la suerte de disfrutarla, adquiere una dimensión especial que supera cualquier argumento antropocéntrico. Ellos están ahí y nos demuestran que ser animal o persona no es algo tan lejano; es más, nos sacan del papel de soberanos del planeta para recordarnos que nuestro conocimiento es limitado, angosto y tiende a oscurecerse cuando despreciamos lo que no sabemos. Ellos saben, y mucho. Saben de interacción y de adaptación, pues son capaces de aprender el código con el que decirnos todo aquello que desean, sin que el lenguaje sea obstáculo. Saben de afecto, por más que una línea de pensamiento rigurosamente científico nos pueda llevar a pensar que tras el cariño máximo solo hay dependencia. Se colocan en nuestras vidas y las llenan. En su papel, que no puede ser menor porque su esencia es grande. Con sus limitaciones, que logran reducir al máximo para encontrar ese hilo que les conduce a nuestro reducto más íntimo.

Su sabiduría es innata y gozan del privilegio de seguir en contacto con una unión de instinto e inteligencia que en nosotros a veces anda coja. Nos ponen a prueba porque en ocasiones su vulnerabilidad es una dura prueba. Nos obligan a estar a la altura, porque al domesticarles el ser humano ha adquirido una deuda histórica con ellos y ya no podemos darles la espalda. Somos mejores seres humanos cuando establecemos una relación de entrega que parece gratuita y que sorprende cuando hacemos la cuenta y nuestra aportación es minúscula: ellos lo entregaron todo.
Gracias, por tanto, amigos, por enseñarnos a ser algo parecido a lo que ven vuestros ojos cuando nos miran. Río no perdió esta mirada en sus 14 años de vida. Su familia le conoció brillante, con 45 días y la despreocupación de saber que el suelo que pisaba no podía ser más seguro. Esta seguridad le ha acompañado hasta el lunes, cuando el brillo no llegó a apagarse y se convirtió en su estela. Río se ha marchado al campo. Está en ese lugar que creamos para nuestros seres queridos, y allí sigue siendo mitad animal y mitad ser humano, porque su interacción con nosotros le dio ese matiz que a él le hizo la vida animal más compleja y a nosotros nos dio una mirada directa desde la esencia ancestral que nos conecta con la tierra.




De derrota en derrota, hasta la victoria final.

Has triunfado, compañero, y nosotros, orgullosos, seremos los que siempre te recuerden. Hasta pronto.