domingo, 4 de septiembre de 2011

Frustración en la red



Es una situación frecuente, amigos y conocidos que tras una intensa e ilusionada actividad en las redes sociales terminan por colgar el cartel de 'cerrado' o 'me voy de aquí'. Detrás de esta marcha se percibe o se lee su frustración. Participaron con buena disposición y quisieron usar este canal como una nueva ocasión para compartir y estar en contacto con sus amigos o conocidos. Pero algo salió mal. ¿Qué ha ocurrido? No es un hecho aislado y las razones que esgrimen cuando lo explican a los amigos que dejan en este 'barrio digital' suelen contener razones como las siguientes:

_"Me voy a centrar en la vida real"...

_"Necesito tiempo para dedicarlo a las cosas reales"...

_"Esto no es para mí"

_"Me encontraréis en el email, tlf, etc." (los modernos canales que ahora ya son los 'tradicionales').

Es un fenómeno lo suficientemente repetido y similar como para poder echar un vistazo y pretender extraer algunas conclusiones para explicarnos por qué ocurre esto.

Mi percepción es la siguiente: la pertenencia a estos canales de comunicación estimulan sentimientos y sensaciones que hasta la fecha no tenían tanto peso en nuestro día a día, o que lo tenían pero en otros ámbitos que sabíamos controlar mejor. Entre estos sentimientos se encuentra, como no, la necesidad de ser aceptados. Estamos en un entorno social y la comunicación deja de ser bilateral. Nuestra actividad en las redes es algo visto por otros. Es una faceta pública de nuestra vida. No hace falta que contemos o mostremos algo íntimo, esa es la falacia, ya que simplemente con comentar algo o proponer una idea nos estamos exponiendo a ser aprobados, rechazados, comprendidos o juzgados. 

Los ojos ajenos están ahí y condicionan siempre nuestro comportamiento. Participar en estos ambientes digitales nos genera una expectativa que no podemos negar y de ahí surgen necesidades con las que no contábamos: la necesidad de RELEVANCIA (nos gusta que algo ingenioso sea comentado, aplaudido y festejado), de APOYO (unirse a nuestra causa, nuestra protesta o nuestra alegría), de ÉXITO SOCIAL (cuántos amigos tengo, cuántos seguidores tiene mi comentario o ingenio)...

"Surgen necesidades con las que no contábamos: necesidad de relevancia, de apoyo y éxito social"

Para quienes no están acostumbrados a medir el impacto de un mensaje y quienes no están acostumbrados a medir el efecto emocional que puede generar un acto de comunicación en red, controlar nuestra actividad en una red social y sentirnos satifechos con nuestras expectativas puede ser algo complicado. 

A esto unimos la dificultad que conlleva la comunicación por escrito. Nos faltan datos... la expresión de nuestro rostro, la emotividad que conlleva esa idea... No es difícil generar verdaderos actos de incomunicación en la red. Basta que surja un malentendido entre un pequeño grupo para ver cómo esa dificultad para entenderse crece con la participación de unos y otros. Quienes en ocasiones normales permanecerían al margen, intervienen... a veces mediando, a veces intentando pacificar... El factor tiempo distorsiona las emociones. Quien lee la historia en frío y con lejanía se atreve a 'templar gaitas'  y ser muy políticamente correcto, mientras que quien entra en lo más profundo del debate y se ve afectado por algo que ha sido malinterpretado o rechazado se ve de lleno en el centro de un acto de 'rechazo social' del que recibe hostilidad tan solo por no estar actuando con la suficiente sangre fría y distancia.


"Aprenderemos a modular el grado en el que nos implicamos"

Es difícil lograr empatía en red. Y un enfoque psicológico nos llevaría a abordar la emoción que se desarrolla en los comportamientos grupales. Estar en una red social deja de ser un acto individual para ser parte de nuestra actividad en relación con otros... Y esta actividad a veces es agotadora. 

Entiendo a quienes se han marchado de estos entornos y creo que poco a poco asistiremos a una regulación y moderación de la actividad que se desarrolla en las redes sociales. No creo que dejen de existir ni se extingan pero aprenderemos a modular el grado en el que nos implicamos. Haremos perfiles diferentes para nuestras diferentes facetas de relación y mediremos mejor cómo nos manifestamos en ellas. 

No siempre seremos capaces y seguro que la frustración nos acompañará en buena parte del camino porque es imposible controlar el comportamiento humano y no podemos controlar las reacciones que producen nuestros mensajes. Tampoco podemos garantizar que siempre seremos entendidos y evitar que se nos malentienda. Pero, con un poco de suerte, adquiriremos algo de madurez en nuestra actividad social en internet y no caeremos tan fácilmente en la frustración cuando no alcancemos el nivel de éxito social que esperamos o cuando no logremos la relevancia que queremos obtener. 

Y en cuanto a esa sensación de que 'Facebook no es la vida real', quizás resume muy bien la falsa imagen que nos puede generar en ocasiones, ya que no olvidemos que la necesidad de atención, relevancia, éxito y aprobación social muchas veces enmascaran la necesidad de afecto que tenemos y esto no lo podemos buscar aquí. 


7 comentarios:

Lorraine C. Ladish dijo...

Es un Post buenísimo. Yo me tomo Internet y Facebook con deportividad. Es la única manera de hacerlo sin que te afecte negativamente. Lo bueno: mis amigos viven en sitios distintos del mundo así como familia y lectores. Facebook e Internet han sido excelentes herramientas para mí que me han traído incluso trabajo remunerado. Pero veo que la actitud que tenemos en la red a menudo es la que tenemos ante la vida. Besotes.

M.R.G. dijo...

¡¡que bueno, Lorraine!! lo de tomárselo con 'deportividad' es todo un acierto. Efectivamente, debemos aprender a diferenciar nuestro rango de influencia y saber que podemos tener una vida satisfactoria en las redes sociales aunque no podamos controlarlo todo.

besos

Marga dijo...

Estoy de acuerdo con Lorraine (como casi siempre, vaya): es un post buenísimo e impecablemente escrito.

Me reconozco en la última despedida, porque yo nunca diría eso de "la vida real"... Facebook y cualquier otra red social pertenecen a la vida real de la persona que allí se introduce, a no ser que se trate de un disfraz con finalidades poco claras (que también he conocido); pero por lo general, quien utiliza su nombre y su rostro auténticos, también deja escritos sus verdaderos pensamientos (a veces, incluso diciendo lo contrario...). O eso he querido creer siempre yo.

Existe otro motivo por el cual alguien podría querer irse de FB, y habría que sumarlo a los ya dichos: el "sacrificio" personal por el bien común. Y hasta aquí puedo leer, que diría la presentadora.

A mí siempre me gustó Facebook (Google+ está muertito), pero hay cosas que tienen más valor e importancia, y cuando hay que elegir...

Besos a ambas.

bybestyle dijo...

me encanto tu post! tengo nuevo look en mi blog,pasate! te sigo!

http://bybestyle.blogspot.com/

Unknown dijo...

Hola M.R.G. ¿Qué tal?.

Ante todo debo decir que acabo de toparme con tu blog y revisándolo encontré tu artículo, el cual me parece increíblemente genial, cae como anillo al dedo porque plasma todo el sentir de una historia de hace pocos días que contaré a continuación...

El asunto es que la semana pasada mi papa me dijo con mucho esfuerzo pero de manera muy clara Quiero eliminar mi Facebook, digo con mucho esfuerzo porque desde hace algún tiempo sufre de una apraxia verbal debido a su lucha contra el Párkinson por mas de una década.

Realmente me extrañé de la seguridad y el tono de su afirmación y para aclararlo debo explicar algunos antecedentes acerca de mi padre quien ya lleva 71 años de vida.

Hace unos tres años aproximadamente, sufrió de una osteoporosis localizada en la región pélvica, consecuencia del tratamiento de radioterapia a un cáncer de próstata, el cual produjo como daño colateral una inflamación del nervio ciático y derivándose en una paralización temporal de sus miembros inferiores, la incapacidad de poder levantarse, andar y sentarse.

Esta situación hasta le produjo un shock psicótico temporal producto de una contraindicación entre la medicación para la inflamación del nervio ciático y su medicación normal del Párkinson.

El asunto es que al verlo inmóvil y en cama, pensando e intentando aliviar su incomodidad y aburrimiento por pasar horas y horas en la misma, se nos ocurrió que colocando un PC portátil en una mesita plegable le ayudaría a distraerse con el Facebook, que era un mundo recién descubierto para el.

Después de intentar probar varias posiciones buscando la mas confortable dada su situación, logró encontrar la manera adecuada sin cansarse mucho y desde ese momento ha encontrado en su muro de Facebook la posibilidad de interactuar con personas, con el tiempo comenzó a desarrollar lazos con familiares, amigos, conocidos y colegas aún con las dificultades motoras.

Para mi papá, lo mas importante de utilizar una herramienta como Facebook es el hecho de poder comunicarse, ya que su apraxia verbal ha mermado su capacidad para articular palabras (no puede hablar) pero entiende perfectamente (por favor no confundir Párkinson con Alzheimer).

Habiendo explicado todo esto y regresando a hace una semana, mi padre me ha dicho Quiero eliminar mi Facebook y al preguntarle el por qué de tan semejante decisión me dijo: Me he dado cuenta que nadie es amigo mio, fulano y fulano me tienen bloqueado, les escribo y nunca me responden, me canso de mandarle mensajes o simples saludos a personas y nunca me devuelven nada y entre otras cosas también dijo He escrito muchos poemas y los he puesto en el muro pero nadie dice nada, ni siquiera los comentan, y solo algunas personas le ponen “Me gusta” y hasta les he escrito a que me digan por qué le gusta pero se hacen los sordos... Eso no es para mi... mis amigos son de mentira ... solo me mandan invitaciones para juegos y cumpleaños... y por favor elimina el grupo de Artistas Plásticos con Párkinson porque allí nadie participa ...
(palabras más o palabras menos es lo que me ha dicho mi padre)

Luego de una largo silencio de mi parte, entendí que no me sorprendía la sensación que mi papá sentía, la misma sensación que muchos de nosotros en algún momento vivimos en el Facebook o en cualquier red social que exista y es precisamente lo que expresas en el artículo que escribes.

... Sigue en el siguiente comentario (el sistema solo me permite 4096 caracteres por intervención)

Unknown dijo...

... Viene del comentario anterior...

En ese momento me detuve a pensar si tres años atrás cuando decidimos impulsarlo a usar el FB como un medio de comunicación con sus amigos, había sido buena o mala idea, comencé a cuestionarme, pensaba si estaba bien darle un impulso a un abuelo de 71 años a usar el Facebook, a escribir sus poemas y usar el PC como asistencia a las cosas que el le gusta y sabe hacer.

Luego de algunos segundos y recuperarme de la impresión, le dije con firmeza: No creas en los casi 300 amigos que tienes en el Facebook!, no son amigos tuyos los que te felicitan en tu cumpleaños escribiendo en tu muro porque el FB les avisó, tampoco los que te invitan a jugar a la granja, a asistir a un marcha política o a que vayas a votar por ellos a algún concurso perdido, tus verdaderos amigos son aquellos que llaman por teléfono, preguntan a mi mamá o a nosotros ¿Cómo está Asdrúbal?, aquellos que llaman para saludar o los que te han venido a visitar aún sabiendo que no puedes comunicarte, otros que en las navidades pasan a verte, traerte un presente, o simplemente verte a los ojos porque eres importante, los que cuando estabas enfermo dieron sangre para que te recuperaras o fueron a visitarte al hospital, los que hacen una llamada internacional desde el país donde viven solo para saber de ti, los que vienen a hablar de arte y de tus últimas obras de pintura o escultura que hayas realizado, los que aplauden tus logros y los que te animan a seguir venciendo la enfermedad que padeces, esos son tus verdaderos amigos y todos los demás están en el Facebook.

Facebook es un arma de doble filo a la que hay que entender bien para usarla, es un instrumento comercial con el cual el dueño es el joven más rico del mundo y gran parte gracias a esa herramienta, puede ser usada en beneficio o en contra de uno mismo, tiene un lado bueno y un lado malo, lo importante es aprender con madurez a sacar el provecho según lo que necesites, por ejemplo, si te gusta escribir y compartir tus poemas entonces podrías buscar entre los grupos de las personas que les interesa lo mismo y participar, si se habla de arte pues busca grupos de personas con ese mismo fin y con respecto a tu grupo de Facebook de Artistas Plásticos con Párkinson, no te preocupes que la gente escriba o no, no creo que haya mucha gente en el mundo que padezca de Párkinson y sea Artista Plástico, gracias a Dios que puedes pintar, que puedes realizar tus obras porque aunque no puedes hablar tu mano no te tiembla para hacer tus trazos.

Contrario a lo que puedan pensar de lo que acabo de escribir, lo convencí de no eliminar su cuenta de Facebook le conminé a que reenfocara su visión de esa herramienta, que buscara adentrarse e interactuar con gente que si le interese lo que el hace y que el mismo pueda opinar y comentar obteniendo a cambio la satisfacción de ser escuchado en los círculos a los cuales realmente pertenece y que encuentre mejores amigos ;)

Desde mi óptica personal, usar Facebook o cualquier herramienta de interacción en redes sociales debe ser un acto de madurez ya que si nos atrevemos a exponer cualquier aspecto de nuestra vida entonces debemos saber enfrentar lo que venga de vuelta. Aquí debo obligatoriamente hacer referencia al artículo En tu muro o en el mio en la cual colocas en la parte final ... aceptar que existen reglas de comportamiento dentro de estos canales nos ayudará a no meter la pata y cuidar nuestra proyección digital. Porque ahora, sin duda, nuestro ‘yo’ se extiende sin más fronteras que la de aceptar una invitación con un ‘clic’.

Así pues M.R.G. quería hacer este comentario en tu post (iba a escribir un par de líneas) y agradecerte de las palabras en él porque estoy seguro que cuando mi papá lo lea también lo agradecerá.

Haré una referencia de este artículo en el muro de Facebook de mi papá y cuento con tu aprobación.

M.R.G. dijo...

Estimado Asdrubal: es tremendamente impactante el ejemplo que nos ofreces. Muy real y muy comprensible. Efectivamente, como bien recomendaste a tu padre: el canal o la herramienta no lo es todo, al final tenemos que adaptar nuestro mensaje (que es lo que realmente comunica) y nuestras expectativas de contacto para no sufrir una decepción.

Está claro que nuevas modas y nuevas formas de canalizar nuestras ideas y necesidades sociales nos influirán mucho pero también pueden decepcionarnos.

Creo que tu punto de vista es muy útil para entender la realidad de este fenómeno.

Muchas gracias por pasarte por aquí, por comentar y por enlazar el artículo.


saludos