viernes, 3 de octubre de 2008

El día más largo


Hoy el día será interminable porque no está Noa conmigo. Nuestra historia juntas ha sido la historia de una aventura que empezó hace tres años cuando Rafa, Guillermo, Pilar y yo fuimos a la SPAP a buscar un perrito al que adoptar. Tuvimos la gran suerte de que Noa viniese a vivir con nosotros y yo he podido disfrutar de ella un tiempo que se me hace tan corto que no logro amortizarlo ahora, a base de recuerdos buenos y de tanto cariño como hemos compartido. Siempre me parecerá poco, porque al lado de Noa he sido realmente feliz. Se lleva mi cariño y mis ganas por cuidar de alguien que me necesita pero yo me quedo con todo lo que me ha dado. Hoy estoy triste y no puedo ver más allá de la pérdida. Pero sé que ella se merece un lugar en el que su recuerdo no duela, sino que sirva de aliciente para saber que la vida tiene regalos como este.


Gracias a todos los que la habéis querido. A todos los que la vais a echar de menos y a quienes habéis compartido conmigo una de las mejores historias de mi vida.

5 comentarios:

Laura Pintos dijo...

Lo siento muchísimo, Marta. Ánimos.

M.R.G. dijo...

gracias, guapa.

Anónimo dijo...

Era la mejor, os lo asegura su "tía-madrina", cariñosísima y buenísima.

Con ella viví momentos muy bonitos y muy especiales, tú lo sabes Marta.

Y como gran amante que también soy de estos pequeños-grandes bichitos, te doy las gracias por haberla cuidado tan bien durante todo este tiempo, no pudo haber encontrado hogar mejor.

Lo siento muchísimo Marta, muchos ánimos.

Anónimo dijo...

Yo me despedí de Rosko en el 2005 y lo sigo extrañando horrores, Marta. Nunca entenderé esto de que los perros se vayan tan rápido. Un abrazo.

M.R.G. dijo...

Gracias, isa. Y gracias, Ignacio. El amor a los animales nos une a muchos y yo creo que querer a alguien a quien sabes de antemano que perderás demasiado pronto es una de las grandes lecciones que aprendemos. Mi respuesta ante esto es que siempre, siempre compensa. Yo no cambiaría mis días actuales de tristeza por uno solo de los días felices que pasé con Noa.